CIPOLLETTI (AC).- En el fragor de una pelea a cuchillazos fue ultimado ayer minutos después de la hora cero, un hombre quien alcanzó a caminar unos 70 metros, cruzó la calle Don Bosco desde el barrio 200 Viviendas hacia el Santo Domingo, pero cayó en la calle en medio de un inmenso charco de sangre. Hay cinco demorados y los investigadores creen que al menos dos quedarán detenidos como contrincantes del occiso aunque uno sólo habría sido el matador. La víctima fue alcanzada por un cuchillo de importantes dimensiones, ancho y largo, porque un herida en el cuello que lo traspasó de lado a lado, tenía once centímetros.

El jefe de la Unidad 79 de las 1.224 Viviendas, el comisario Alberto Loncomay, confirmó el hecho y dio sólo algunos detalles de los procedimientos, como el dato de los cinco demorados. Todo está a cargo de la jueza de turno en feria, María del Carmen García García y para la Policía y la Justicia, el hecho se hallaría "prácticamente esclarecido".

Ayer ningún vecino quería hablar y el sitio y los alrededores del norte del ejido cipoleño en el que cayó herido de muerte el sujeto era un desierto, pese a la densidad humana que caracteriza al sector, muy transitado en especial en horas de la mañana.

El miedo cerraba las bocas. Nada más que los consabidos "no sé", "pregúntele a otros", "parece que se pelearon pero no acá", "todo pasó en las 200 Viviendas pero no me pregunte más" y así por el estilo.

Una anciana se animó a decir que "son los que siempre hacen lío y la policía los conoce y ustedes también. Los detienen, nadie los nombra y como muchos son menores entran por un lado y salen por el otro. Esto es una vergüenza".

La víctima fue identificada como Sebastián Rodríguez (26) y se especula con que pudo haber estado departiendo, mientras consumían bebidas alcohólicas, con otras cinco personas (mayores y menores) en la oscuridad de los pasillos internos de las 200 Viviendas, el conglomerado cercano al barrio Santo Domingo y a las 1.224 Viviendas.

En un momento dado y por causas que se tratan de establecer, estalló una discusión con tres de un lado y tres del otro, y Rodríguez se trenzó duro, trascendió que sin arma alguna aunque esto no tiene confirmación, con el contrincante que segó su vida, quien le asestó varios puntazos: uno en el cuello, de once centímetros, otro en el pecho y un tercero debajo de una axila. El occiso tenía también cortes en los brazos, clara señal que se defendía de los cuchillazos matadores.

El infortunado Rodríguez caminó tambaleante y casi exhausto unos 70 metros, cruzando de barrio a barrio pero no llegó a la vereda del Santo Domingo: cayó en el tramo de tierra de la calle Don Bosco y allí se pudo haber desangrado porque había una importante mancha de sangre, varias horas después del hecho.