BUENOS AIRES (ABA).- "Lo que tuvo la presidenta fue un estresazo de aquellos", reiteró anoche ante "Río Negro" una alta fuente oficial de acceso constante a la residencia de Olivos.

Llamativamente, mientras Cristina Fernández de Kirchner aparece cuando habla públicamente con una botella de agua, el médico le recetó tomar más líquido debido a un cuadro de deshidratación.

Además, los análisis de sangre que se le practicaron el jueves determinaron que presentaba un cuadro de anemia leve.

Los mareos del día viernes la obligaron a levantar toda la actividad oficial prevista. El facultativo le recomendó reposo, lo que cumplió el fin de semana en Olivos.

La fuente consultada por este diario apuntó que Cristina "no ha tenido un descanso lógico después de un año muy duro". Agregó que tanto ella como su esposo, el jefe del PJ, Néstor Kirchner, son dos políticos que "no se desenchufan".

Cristina sufre el calor y ello la ha llevado a suspender actos oficiales en provincias y en el conurbano bonaerense. Hasta llegó a adelantar audiencias los días viernes, para poder irse al Calafate.

Vive con el aire condicionado prendido al máximo, al contrario que el pingüino Néstor, quien trabajaba en el verano con la ventana abierta.

Ayer, la presidenta retomó la actividad de a poco. Llamó por teléfono a varios ministros. En Olivos, repasó los anuncios que prepara para el sector agropecuario junto con los ministros Carlos Tomada y Débora Giorgi y el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi.

El portavoz indicó además que mañana Cristina estaría dando a conocer distintas líneas de créditos, aunque no se sabe con qué destino.

Asistió también el jefe de Gabinete, Sergio Massa, quien estuvo hasta hace pocas horas en la playa de Pinamar y llamado por la presidenta llegó a Olivos vestido de sport y con zapatillas.

Las reuniones se llevaron a cabo en el chalet presidencial y no en el edificio de la Jefatura, ubicado a unos 200 metros del sector privado, para permitir a la presidenta continuar con el reposo que le ordenó su médico, Luis Buonomo, desde el jueves último.

Tampoco hubo fotos de ninguno de los encuentros.

La última aparición en público de la jefa del Estado fue el martes pasado, también en la residencia de Olivos, cuando anunció la construcción de dos centrales térmicas.

En tanto, su última audiencia que concedió en la Casa de Gobierno fue el miércoles por la noche al gobernador de Mendoza, Celso Jaque, para firmar un convenio referido a la seguridad social.

El jueves, Cristina Fernández tenía agendado encabezar un acto en el partido de Florencio Varela, pero su asistencia fue cancelada a último momento y estuvo presente su esposo y antecesor, Néstor Kirchner.