BUENOS AIRES.- El juez federal norteamericano Thomas Griesa ordenó a la Argentina pagar 2.200 millones de dólares a un grupo de acreedores que poseen bonos incumplidos, indicaron este lunes fuentes judiciales.

El fallo fue adoptado el viernes pasado en respuesta a una demanda presentada por un grupo de tenedores de ocho series de bonos en "default". La decisión del juez Griesa incrementa la presión sobre el gobierno argentino, que en setiembre pasado manifestó su disposición a reanudar el canje de su deuda pendiente pero que aún no lo ha hecho.

Argentina no restableció completamente su posición financiera en los mercados internacionales desde la gigantesca moratoria declarada a finales del 2001 sobre una deuda de 81.800 millones de dólares, que tuvo una adhesión del 76,15%, con recortes de la deuda de entre 45% y 75%, según el bono canjeado. En el 2005 retomó el pago de su deuda gracias a un superávit fiscal primario que supera el 3% del PIB. Sin embargo, acreedores que poseen casi un 24% de la deuda inicial y que rechazaron la propuesta de reestructuración, insisten con la reapertura del canje.

Por su parte el gobierno continuaba analizando ayer un programa estratégico para normalizar la situación financiera del país y despejar las dudas sobre la capacidad de pago sobre los próximos vencimientos de deuda pública. El paquete en estudio consta de tres planes diseñados para dar respuesta a los distintos frentes que el Estado argentino debe regularizar: canje de préstamos, deuda con el Club de París y situación de holdouts.

A principios del último trimestre del 2008, el gobierno tenía prácticamente cerrado un acuerdo con bancos locales para reprogramar los vencimientos de préstamos garantizados que operan hasta el 2011 pero la crisis financiera lo sepultó. Este nuevo escenario obligó al gobierno nacional a rever su estrategia y elaborar propuestas adaptadas a la nueva realidad económico-financiera mundial.

Según trascendió, ya estaría elaborado el plan para el canje de préstamos garantizados, que se ejecutaría con modificaciones, especialmente en el dinero en efectivo que podía recibir la Argentina en la operación. (AP/DyN)