Lunes 12 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 16 > Internacionales
La decisión que debe tomar el Estado hebreo

TEL AVIV/GAZA.- Dos semanas después del comienzo de la sangrienta ofensiva militar en la Franja de Gaza, Israel se encuentra ante una encrucijada: las exigencias internacionales de un alto el fuego se hacen cada vez más fuertes y enérgicas.

El Ejército israelí insiste, por el contrario, en extender los ataques en los territorios palestinos para infligir a la organización radical islamista Hamas el mayor daño posible. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo ayer que Israel se acerca a su objetivo en la Franja de Gaza, pero anunció una continuación de los combates.

Según medios israelíes, un plan para la "fase tres" de la operación "Plomo Fundido" prevé un ataque a las densamente pobladas ciudades de la Franja de Gaza, algo que evitó hasta ahora el Ejército israelí.

Para "probar", las tropas terrestres entraron ayer un kilómetro en la Ciudad de Gaza dejando doce combatientes palestinos muertos tras fuertes enfrentamientos. El general israelí Jair Galant advirtió, en una entrevista con el diario israelí "Jediot Achronot" publicada ayer de un "error histórico" si la operación se frena en estos momentos y se pronunció a favor de reconquistar parte de la Franja de Gaza en el marco de la "fase tres". "Si paramos ahora la operación, en el próximo conflicto los cohetes (lanzados desde Gaza) tendrán un alcance hasta Tel Aviv", dijo al diario.

Sin embargo, cuanto más tiempo se quede el Ejército en la Franja de Gaza, mayor es el peligro a que aumenten las bajas israelíes, algo que Hamas podría convertir en un éxito. En vista de las protestas internaciones de estos días, analistas israelíes señalaron los grandes daños diplomáticos para Israel en el caso de nuevos ataques en Gaza, donde la cifra de muertos roza los 900 y la de heridos supera los 3.500.

El llamamiento del Consejo de Seguridad de la ONU a un inmediato y duradero alto el fuego en la Franja de Gaza fue visto en Israel como una derrota dolorosa. "La decisión del Consejo de Seguridad nos ata mucho las manos", dijo ayer el viceministro de Defensa israelí, Mathan Vilai. Especialmente decepcionante fue que Estados Unidos, el aliado más importante de Israel, se abstuviera en la votación.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí