NEUQUÉN (AN).- El Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN) podría comenzar a comprar de forma directa a laboratorios los medicamentos que más consumen sus afiliados.
Así podría ahorrar cerca de 1.500.000 pesos anuales, una suma que ahora queda en manos de las farmacias del sector privado, que proveen las drogas a un grupo potencial de 150.000 afiliados de toda la provincia.
La encargada de dar la información fue la consejera por ATE en el directorio de la caja previsional, Patricia Quilapán, quien sostuvo que el administrador designado por el Ejecutivo, Marcelo Berenguer, "comenzó a mantener contacto con la federación que nuclea a los laboratorios de todo el país" para poder llegar a un acuerdo que permita la compra directa.
Según anticipó la consejera, son unas diez las drogas que se buscaría adquirir bajo esta modalidad y que forman parte de las más demandas en el sector privado por los afiliados del ISSN.
Entre ellas, informó, figuran el "diclofenac (analgésico), la amoxicilina (antibiótico), atenolol (hipertensión), enalapril (hipertensión)".
"La posibilidad podría quedar vigente a partir de abril", dijo Quilapán, quien aseguró que "lo que nosotros queremos es que haya una normativa interna que asegure la venta de este grupo de drogas, de este modo, más allá de quién sea el que esté en la conducción del ISSN", afirmó.
El gasto en drogas es un tema que los consejeros han venido planteando en las reuniones del consejo de administración. El debate tomó más preponderancia a partir de la desmejora del contexto financiero internacional, y su impacto local, y esto promovió la necesidad de resguardar aún más los fondos de la obra social.
La posibilidad del cambio se da de la mano de otra movida en el mismo sentido: la apertura de nuevas farmacias sociales en otros puntos de la provincia.
El ISSN ya tiene dos en el interior, y para este año, según anticipó la consejera del gremio ATE, se podrían habilitar nuevos puntos de venta en la capital provincial. En oportunidades anteriores, los consejeros manifestaron que la apertura de puntos de comercialización, en algunos casos, llega a abaratar los costos de los fármacos hasta en un 50%.
También han denunciado que un cambio así, impediría el afianzamiento de un "monopolio de la venta de remedios".
En este sentido, se cansan de pedir que el Instituto haga valer los miles de afiliados con que cuenta, como una forma de presionar para fijar las reglas de la compra-venta de los remedios.
En paralelo, dentro del consejo de administración, los sectores sindicales que representan a los jubilados, los docentes y el resto del arco estatal, vienen planteando la instauración de una ficha médica que permitiría un seguimiento más efectivo de las historias clínico-farmacológicas de cada afiliado.
