París (DPA).- Nació hace 80 años a la edad de 15, y cuando terminó su carrera, unos 50 años después, su creador dijo que estaba un poco intimidado por su cumpleaños 18.
Si bien Tintín, el niño-reportero sin edad, cuyas aventuras deleitaron a niños y adultos en todo el mundo celebró sus 80 años, el joven del jopo rubio sigue siendo más popular que nunca.
Desde que un dibujante belga de 21 años llamado Georges Remi publicó la primera tira cómica con Tintín en el suplemento infantil del diario belga "Le Vingtieme Siecle" el 10 de enero de 1929, se publicaron más de 200 millones de libros con sus aventuras en más de 50 idiomas. Y ahora, la popularidad de Tintín está por alcanzar una cima aún mayor.
El director Steven Spielberg está en conversaciones con el neozelandés Peter Jackson, director de "El señor de los anillos", para rodar al menos una película en 3-D sobre Tintín, que será estrenada en el 2010. "La película de Spielberg cerrará un hueco importante en la fama mundial de Tintín, que es el de Estados Unidos", dijo Michael Farr, reconocido "tintinólogo" y autor de "Tintin: The Complete Companion". De acuerdo con Farr, Remi (que usaba el seudónimo Hergé, que deviene de dar vuelta sus iniciales, RG, pronunciadas en francés) de hecho se inspiró en los cómics estadounidenses. "Las tiras de cómic no eran conocidas en Europa en ese momento, y Hergé sacó la idea de los diarios estadounidenses que vio", dijo Farr. "Tintín fue el primer cómic europeo".
La primera aventura, "Tintín en el país de los soviets", fue un éxito desde el principio, tanto entre niños como entre adultos. "La gente hacía largas filas frente a los quioscos para comprar el diario todos los jueves, cuando apareció la tira", contó Farr.
Las aventuras se publicaron en forma de serie durante aproximadamente un año y entonces, debido a su inmensa popularidad, se convirtieron en libros, que demostraron ser igual de populares.
Durante la vida de Hergé se publicaron un total de 23 libros de Tintín. Uno más se publicó después de que muriera en 1983. Todos los años, se venden unos cuatro millones de libros de Tintín en el mundo.
Farr cree que la persistente fama de Tintín se debe principalmente a la excelencia de sus dibujos y a las historias. "Era muy riguroso con los detalles", explicó Farr.
Las líneas claras de los dibujos de las tiras inspiraron a artistas como Roy Lichtenstein y Andy Warhol. "Hergé influenció mi trabajo de la misma forma que Walt Disney", dijo alguna vez Warhol. "Para mí, Hergé fue más que un dibujante de cómics". Además, desde el principio Hergé buscó reflejar la realidad del mundo.
En "Tintín en el país de los soviets", describió una serie de "pueblos Potemkin" (asentamientos falsos), con fábricas que no producían nada. En la historieta, Tintín protege a los campesinos de los soldados que llegan para robarles su trigo, y más tarde descubre que el trigo es exportado y que con las ganancias se paga la propaganda soviética.
A pesar de que la historia fue duramente criticada por la izquierda, resultó ser profética. Aún más profética resultó "Objetivo: La luna", en la que Tintín y su perro Milú viajan a la Luna en un cohete fabricado por su amigo, el profesor Calculus. Esto fue unos 15 años antes de que el astronauta estadounidense Neil Armstrong diera ese "gran paso para la humanidad".
"Hergé estaba tan preocupado por ser realista que consultó con científicos antes de escribir la tira", contó Farr. Según la revista "New Scientist", "la considerable investigación emprendida por Hergé le permitió acercarse mucho al tipo de traje espacial que sería usado en el futuro en la exploración lunar".
Otra de las razones del éxito de Tintín es la vaguedad de la cara de su protagonista, según Farr. "Todos los otros personajes son dibujados con gran detalle, pero la cara de Tintín es muy simple y tiene esa cara vaga, reflexiva. Creo que Hergé lo hizo intencionalmente, de manera que todo lector pudiera identificarse con el anonimato y la inocencia del rostro", opinó. De todas formas, a través de los años Tintín también fue objeto de críticas desde numerosos ángulos, especialmente por la representación de los africanos negros en "Tintín en el Congo".
En 2007, después de que la Comisión de Igualdad Racial del Reino Unido demandara que el libro fuera retirado de los estantes, las cadenas Borders y Waterstones los pasaron a sus secciones de adultos. Hergé era sensible a las críticas y revisó algunos de sus libros después de su publicación. Fue tan popular en Francia que los franceses lo adoptaron como si fuera propio, al igual que hicieron con otro belga, el cantante y compositor Jacques Brel.
El francés más famoso del siglo XX, Charles de Gaulle, sintió la comezón de la competencia del niño-reportero. "En el fondo", se quejó una vez De Gaulle, "mi único rival internacional es Tintín".