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Cuando la fotografía permite reflexionar sobre los hechos | ||
El próximo viernes llega a Neuquén la muestra de ARGRA. Son más de cien imágenes que revelan lo que ocurrió en el 2007. La más emblemática del año es la del asesinato de Carlos Fuentealba. | ||
NEUQUÉN (AN).- La fuerza de estas imágenes es que con ellas algo se revela. Que el fotógrafo no ideó el hecho para la cámara. Simplemente, sucedió. Y si bien cada una de estas fotografías es autónoma, el conjunto dice: éstos son los acontecimientos más relevantes del 2007 en nuestro país -tan diferentes, convencionales, no convencionales, emocionantes, entristecedores, impactantes-. Instantáneas que quedarán registradas para siempre y delinearán luego sentimientos, historias, posiciones. Todas con la particularidad de haber cobrado importancia gracias al registro del fotoperiodismo argentino. Cristina asume la presidencia, Julio Bocca se despide de los escenarios, el maestro Carlos Fuentealba agoniza en la Ruta 22, nieva en Capital Federal, la elección de Macri, las protestas por las papeleras, las inundaciones, las mujeres aborígenes en Chaco. Éstos y otros acontecimientos palpitan otra vez las emociones de la gente en la XIX Edición de la Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), integrada por 400 imágenes seleccionadas entre más de 1.500. Del total de las obras, más de 100 fotografías se verán en esta ciudad desde el próximo viernes 16 de enero hasta mediados de febrero en la sala Saraco y el museo Gregorio Álvarez, como parte del programa "Neuquén Cultural" impulsado por la municipalidad neuquina. Los organizadores no trajeron a Neuquén el total de las obras debido a la imposibilidad de contar con un espacio adecuado para contenerlas a todas. La exposición mostrará un rico panorama visual de lo que fue el 2007, con fotos que en su mayoría fueron publicadas en los diarios. Aunque hay también trabajos inéditos de historias gráficas registradas en tiempos que exceden la lógica inmediata de los periódicos. Todos los años, la muestra abre con una fotografía que representa el suceso más significativo del año. En el 2006 fue la última foto en que se vio a Julio López. En esta oportunidad la imagen emblema de la exposición es la del fusilamiento del maestro Carlos Fuentealba durante una brutal represión policial en Arroyito, el 4 de abril de 2007, tomada por el reportero gráfico Leonardo Petricio, que trabaja en "Río Negro". Esa cruda imagen, tapa del anuario de ARGRA período 2007, fue seleccionada por el comité editor, integrado por los prestigiosos fotógrafos Adriana Lestido, Gabriel Díaz, Eduardo Grossman, Rafael Calviño y Daniel García. "La fotografía del fusilamiento de Fuentealba competía con la elección de una presidenta por primera vez. No era un hecho menor, sea cual fuere el pensamiento o ideología de cada uno. Pero el tema de que se haya matado a un maestro por un reclamo salarial superaba todo", dijo sobre la foto del maestro asesinado Alejandro Belvedere, presidente de ARGRA y editor de fotografía de la agencia Télam. "ARGRA tiene una trayectoria de acompañamiento con los reclamos sociales y de derechos humanos. Entonces, decidimos privilegiar una vez más este camino. Nos pareció que seguía la línea de ARGRA", agregó. Las instantáneas de la exposición están presentadas según grandes líneas temáticas: deportes, actualidad, artes y espectáculos, naturaleza y medio ambiente y vida cotidiana. La variedad es lo que permitirá al público observar y comprender más a fondo la realidad social. Especial importancia tuvo en esta edición el éxito de la convocatoria, que atrajo la participación de reporteros gráficos de todo el país y de más fotógrafas mujeres en comparación con otros años. "Hubo mayor participación de reporteros del interior, porque hasta ahora se concentraba mucho en los medios de la Capital. Lo bueno, además, es que hay una apertura muy grande con las fotógrafas que están con ganas de hacer cosas y muestran trabajos con una mirada diferente", destacó Belvedere. El resultado es una exposición que invita a reflexionar con mirada crítica sobre la realidad de un país y que, a la vez, permite valorar el trabajo de los fotógrafos, más allá de los textos, con imágenes que tienen sentido propio. Al señalar ese detalle, Belvedere consideró que la muestra "es una manera de tener una mirada más crítica de la que tenemos habitualmente en cualquier medio gráfico y una oportunidad de mostrar las cosas que no nos dejan mostrar". Así, desde principios de los ´80 -cuando ARGRA decidió combatir la censura y salvar varias obras desestimadas o prohibidas- la muestra anual indaga sobre los hechos que en gran medida nos definen a los argentinos. FLORENCIA LAZZALETTA
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