La postergación del viaje de la presidenta Cristina Fernández a Cuba, por razones de salud, permitirá ganar tiempo al gobierno para rearmar la agenda con la que inicialmente iba a desembarcar en la isla.
El viaje a Cuba había arrancado con complicaciones.
Desde que se anunció en el entorno de la presidenta que no tenían asegurado un mano a mano con Fidel Castro, lo que debilitaba la eventual presencia argentina en Cuba, los rumores sobre la perspectiva del viaje se ensombrecieron.
A la incertidumbre sobre el cónclave con el líder cubano se añadía el conflictivo caso de la médica cubana Hilda Molina, que ante la inminencia del viaje le insistió a Cristina para que intercediera por su "libertad".
Aunque algunas fuentes oficiales rechazaron la versión de plano, había este fin de semana en el gobierno quienes aseguraban que al cuadro de salud presidencial se había sumado como factor para cancelar el viaje la posibilidad cada vez más cercana de que se cayera la reunión con Fidel. "Ir a Cuba y no sacarse la foto con Fidel prácticamente le quitaba el sentido al viaje", explicaron en el oficialismo. Y añadieron que con una semana más se podrían hacer todos los esfuerzos para concretar el cónclave con el líder de la revolución. Por otra parte, esos siete días le otorgarán a Cristina un respiro para decidir qué hacer con el pedido de Molina.
Si nada pasa, la comitiva argentina encabezada por la presidenta estaría en condiciones de viajar el próximo domingo 18 de enero.
Solá sin ironías
El diputado del peronismo disidente Felipe Solá consideró que la lipotimia se debió a que la mandataria "a lo mejor necesitaba un poquito más de vacaciones".
Solá, quien se preocupó en aclarar que no había ninguna "ironía" en sus expresiones, advirtió que "cuando se trabaja mucho, se viaja mucho y se mueve uno mucho pasan estas cosas". "A lo mejor (la presidenta) necesitaba un poquito más de vacaciones, en lugar de tan cortas", deslizó el ex gobernador bonaerense, en declaraciones radiales. "Una persona que está en ese lugar" de responsabilidad, tal vez debería disfrutar de un descanso más prolongado, opinó Solá. "Yo he sido gobernador y a veces uno cree que basta con cuatro o cinco días y no más (para retomar fuerzas) y no es así", insistió el diputado nacional, quien en los últimos días redobló sus críticas hacia el matrimonio presidencial.
El lunes de esta semana, la jefa de Estado regresó de la villa turística de El Calafate, donde festejó el Año Nuevo con su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, y sus hijos Máximo y Florencia, luego de permanecer menos de una semana en Santa Cruz.
Consultado el subsecretario de Integración y Mercosur de la Cancillería, Eduardo Sigal, acerca de la agenda oficial de la primera mandataria en Cuba, señaló que desconoce "absolutamente" si está previsto tratar durante la visita el tema de la médica cubana Hilda Molina - que quiere visitar a su familia en la Argentina -.
(DyN/Redacción
Central/ Diario Perfil)