Sábado 10 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
Espontáneos momentos de Boom Boom Kid

NEUQUÉN (AN).- Nekro, Miss Muerte, ex cantante de Fun People, Carlos Rodríguez, Boom Boom Kid o sencillamente BBK. El inquieto y descontracturado músico de hardcore regresa a la ciudad para brindar un recital mañana, a las 19, en la Conrado Centro Cultural.

Junto con su cuarteto de cuerdas y parches traerá a estas latitudes su último disco "Espontáneos momentos 2x2 es 16 odas al Dada Tunes", editado en el 2007. Y si tiene ganas, si se le antoja, porque siempre hace lo que quiere, Boom Boom Kid interpretará algunos temas de su Ep "Sin sanata y con el tupé de no callar", y una versión muy suya del tema "Sobre un vidrio mojado", de Sergio Denis. ¿Raro? Y sí, Nekro es así, extraño. Al menos, de buenas a primeras, puede sorprender con lo más insólito.

BBK es capaz de cualquier cosa, hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere. Va y viene de escenario a escenario y un buen día se sube a un avión y desaparece en el aire para regresar tiempo después, desde algún exótico lugar.

Su independencia personal la traslada también a su carrera. Es uno de los pocos músicos argentinos que logró mantenerse con éxito y sostenerse con dinero, fuera del protocolo existencialista de las compañías discográficas. Tampoco participa de grandes festivales y detesta los escenarios que se elevan más de dos metros por encima del público.

Publicó algunos libros y muchos fanzines, editó una docena de discos entre Eps, Lps y hasta algún que otro vinilo, todos producidos por su sello discográfico Ugly Records y hasta es el dueño y fabricante de su propio merchandising. Excéntrico y rebelde, canta la mayoría de sus canciones en inglés, lujo que en la Argentina sólo se le permitió a Luca Prodan. ¿Por qué? Porque sí, porque así le gusta.

"Espontáneos momentos....", fue concebido casi por completo en San Pablo, Brasil. Según la crítica especializada, en este disco "conviven furiosas descargas de catarro punk que no superan el minuto y medio de duración y grageas grindcore de cinco segundos, que no son más que gritos envueltos en guitarras podridas. A diferencia de Wasabi, aquí BBK no rinde tributo a estrellas malogradas como Ricardo Valenzuela sino a su propia obra", asegura Daniel Jiménez en una página de internet.

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