MIAMI.- "Chuckie" Taylor, hijo del ex presidente liberiano Charles Taylor, fue condenado ayer en una corte federal de Miami a 97 años de cárcel por torturas y asesinatos en Liberia, donde lideró un comando de élite que llevó a cabo brutales crímenes contra opositores al gobierno.
"Es difícil concebir ofensas más graves contra la dignidad y la vida de seres humanos", dijo la jueza estadounidense Cecilia Altonaga al anunciar la pena en el primer juicio que se realiza en Estados Unidos en virtud de una ley federal contra la tortura, promulgada en 1994.
Esa legislación permite juzgar en este país a ciudadanos estadounidenses por casos de tortura cometidos en el extranjero. "Chuckie" Taylor tiene nacionalidad estadounidense. Nació en Boston (noreste de Estados Unidos) de la relación de su padre con una novia de entonces, y tras criarse en Orlando (Florida) partió en busca de su padre a Liberia con 17 años y un pesado prontuario policial.
Desde 1999 lideró un comando antiterrorista de élite, conocido en ese país africano como "fuerzas del demonio", que estuvo al servicio del presidente Charles Taylor, hasta su derrocamiento en el 2003.
El grupo, según las denuncias, perseguía a opositores al gobierno, a los que detenía y torturaba con todo tipo de elementos: plástico derretido, quemaduras con cigarrillos, agua hirviendo, descargas eléctricas y arrojándoles hormigas mientras los mantenían encerrados en fosas bajo tierra. El gobierno estadounidense pedía para "Chuckie" una condena de 147 años de cárcel.
"Muchos están mirando este caso", dijo a la magistrada la fiscal federal Karen Rochlin, que consideró que una pena de por vida haría en el futuro que "otros se detengan y no se comprometan en hechos similares". La magistrada dijo que "una sentencia de 1.164 meses (97 años) es la apropiada" para hechos "condenados universalmente como torturas".