Maximiliano Moralez se aleja de Racing. "Es casi imposible que vuelva", reconoció Miguel Pires, intermediario entre el jugador y el club. Ante el inminente fin de las negociaciones sin final feliz, en la mitad celeste y blanca de Avellaneda ya tienen una alternativa: Damián Díaz. "Estamos haciendo el esfuerzo para comprar el pase de Maxi y llevarlo a Racing, pero hay una deuda que el reclama y eso traba todo. Veo muy difícil que continúe en Racing", señaló Pires.
La cifra que reclama Moralez corresponde a un porcentaje que Blanquiceleste no le abonó al ser transferido al FC Moscú, en una operación que rondó los siete millones de euros. Caído lo de Racing, se presume que Vélez y Estudiantes se disputarán al talentoso mediocampista.
El dinero para comprar a Moralez la dirigencia lo consiguió, pero Miguel Pires, en su momento hombre de confianza de Fernando De Tomaso, pretende que Racing Club Asociación Civil se haga cargo de la deuda de 600 mil dólares que en negro tiene el jugador con Blanquiceleste. Pero si Racing le paga la deuda de Blanquiceleste a Moralez deberá hacerlo con el resto de los jugadores.
La empresa gerenciadora, según le confirmaron a Télam fuentes judiciales, dejó una deuda privada con el plantel profesional de más de 30 millones de pesos y si Racing Club Asociación Civil reconoce ese pasivo de Moralez como propio le deberá pagar a todos. En el medio de esto, Pires, socio de Fernando Hidalgo, ambos hinchas de Independiente y ex secretarios administrativos de Gustavo Mascardi, anunció en estas horas que Moralez estaba muy cerca de Vélez y que lo de Racing estaba casi caído.