CIPOLLETTI (AC).- Con una tarea de inteligencia previa, dos sujetos en moto abordaron a una empleada jerárquica del municipio que había retirado dinero de un banco por ventanilla, le rompieron el vidrio del auto y se alzaron con la cartera donde aparte de la plata oficial había pertenencias y más efectivo de propiedad de la damnificada, cuyo nombre se mantiene en reserva.
El hecho ocurrió el jueves alrededor del mediodía en una zona céntrica de la ciudad y la policía de la comisaría Cuarta sigue movilizada para capturar a los delincuentes.
El monto de lo robado oscila entre 12.000 y 15.000 pesos en lo que hace al dinero de un fondo oficial para pago de obligaciones en enero, mes en que el municipio está en receso salvo guardias de emergencia, más casi 2.000 de la empleada -que lleva años cumpliendo funciones en Acción Social- y todas las pertenencias que tenía en la cartera, como documentos, tarjetas de crédito y demás.
La mujer, que aún ayer se hallaba con un fuerte shock producto del episodio apremiente que le tocó soportar, por ventanilla retiró de la sucursal local del Banco Patagonia entre 12.000 y 15.000 pesos y los introdujo en su cartera. Esa maniobra obviamente habría sido seguida de cerca por uno de los ladrones, que la "marcó" y con el compinche trazaron las líneas del asalto.
La mujer se dirigió caminando a su auto que había estacionado sobre la calle Nueve de Julio, cerca del banco. Subió, dejó la cartera con todo el dinero en el asiento del acompañante, arrancó y dobló por Villegas hacia la Avenida Alem rumbo a su domicilio.
En Villegas, antes de Alem, recibió un llamado por celular. Frenó y se estacionó, y aunque en ese momento vio como una moto con dos personas subía a la vereda no le prestó demasiada atención.
Pero en segundos el mundo se le vino encima. El que manejaba la moto de potente cilindrada iba con casco y no se movió del rodado, pero el acompañante, a cara descubierta, lo hizo a la carrera, le pegó una trompada al vidrio con algún elemento que amortiguó una posible herida en su mano, arrebató la cartera -donde sabían que se hallaba el dinero- y tan rápido como "operaron" se fueron a alta velocidad.
Con ese dinero se iban a pagar alquileres y algunos beneficios a familias de muy escasos recursos en las dependencias de Acción Social, en la sede de la ex Corpofrut.