NEUQUÉN (AN).- El sistema público de Salud podría llegar a colapsar si ocurre lo que ayer comenzó a insinuarse: la conducción del hospital Eduardo Castro Rendón confirmó la renuncia del jefe del servicio de Cirugías, Javier Areta, e informó que los otros siete integrantes del equipo que encabezaba manifestaron, verbalmente, su intención de dejar el hospital.

"Es insostenible la situación en la que estamos trabajando. Con la mitad del personal, sin soluciones de fondo. Hace un año que nos vienen haciendo promesas. Todos los días un paso más en esta caída libre" afirmó Areta, en diálogo con "Río Negro".

El director del hospital, Adrián Lammel, informó que "la única renuncia oficializada es la del jefe del servicio", pero agregó que "los otros siete integrantes del servicio me adelantaron sus intenciones de dejar sus cargos".

Según describió, el malestar se profundizó durante las últimas horas. Más precisamente, luego del acta acuerdo firmada entre los ministros de Salud, Daniel Vincent, y Desarrollo Social, Wálter Jonsson, ATE y el gremio de los médicos del sistema público.

La lectura que hacen los cirujanos es que ese preacuerdo, sujeto a la aprobación definitiva del gobernador Jorge Sapag, como ayer lo enfatizó la vicegobernadora Ana Pechen (ver aparte), sería un freno al decreto que autorizó una suba del 70% en el valor de las guardias en el hospital Castro Rendón y del 50% para el resto de las instituciones.

Según entienden, la suba sería del 50% "para todos", si finalmente el gobernador aprueba lo actuado por sus ministros. Areta dijo que "más allá de lo estrictamente salarial" la decisión tiene en cuenta además "los problemas que venimos sobrellevando y a los que les ponemos el hombro, como la falta de insumos y equipamiento que funcione de forma acorde", al margen de la "falta de decisión que se viene manifestando para completar el total del servicio".

"Al no pagarse sueldos a valores competitivos en el mercado, los concursos quedan desiertos. Los que nos quedamos, estamos haciendo tres guardias semanales, cuando deberíamos realizar una para hacer las cosas como deben hacerse", agregó. Tanto él como Lammel, manifestaron que restan seis médicos para llegar a un plantel que evitaría una sobrecarga laboral como la que ahora impacta sobre el plantel de cirujanos. A ellos les toca atender la demanda de los hospitales de toda la provincia, ya que, como es sabido, el Castro Rendón, por su nivel de complejidad, opera los casos que no pueden canalizarse en otros quirófanos de la provincia.

Lammel dijo que ahora se abre un plazo de 30 días para la efectivización de las renuncias. "Pese a la profunda preocupación que esto provoca, entendemos que el decreto anterior a las guardias (de 70% de aumento en el pago de las guardias) sigue vigente".