Prefirió jugar con Malí antes que con Francia, se negó a hacer publicidad de una casa de apuestas, cada vez que marca un gol da las gracias a Alá, presume de su fe en el islam y el miércoles mostró su apoyo al pueblo palestino: el delantero del Sevilla Frederik Kanouté es un futbolista singular, solidario, comprometido y político.
Habitualmente se considera a los futbolistas de elite como hombres desapegados, deportistas que viven en un universo de cristal. No es el caso de Kanouté, que rompe esa norma: no tiene miedo a expresar sus ideas religiosas y políticas en público.
Kanouté reivindicó en la noche del miércoles su condición de hombre comprometido. Durante el encuentro de Copa ante el Deportivo de La Coruña, finalizado con triunfo de su equipo por 2-1, el punta del Sevilla, tras marcar el segundo gol, mostró una camiseta negra con la leyenda "Palestina" en blanco. Fue su protesta por la ocupación israelí de la Franja de Gaza.
Ya se conocía la intención de Kanouté, quien el domingo ya llevaba esa camiseta debajo de la indumentaria oficial. El Sevilla empató a un tanto ante el Osasuna, pero el delantero africano no marcó y se quedó sin mostrar en público su reivindicativo mensaje.
El espigado jugador del Sevilla nació hace 31 años en la localidad francesa de Sainte-Foy-lès-Lyon, aunque decidió adoptar la nacionalidad de Malí, de donde procedían su raíces.
De personalidad retraída, Kanouté nunca escondió su compromiso. Preside una fundación que lleva su nombre y puso en marcha una iniciativa para crear una "Ciudad de los Niños" en las proximidades de Bamako, la capital de Malí.
En el 2006 se negó a lucir la publicidad de una casa de apuestas que se leía en la casaca de su equipo porque el Islam está en contra del despilfarro de dinero en juegos de azar.
La afinidad de Kanouté con Palestina arranca de su fe en el Islam. Su gesto del miércoles le costó una tarjeta amarilla y una sanción económica, ya que está prohibido exhibir camisetas con lemas políticos o religiosos en los terrenos de juego. ¿Se atreverá Kanouté a repetir el gesto el fin de semana?