EL BOLSÓN (AEB). Como si a la comarca no les bastara con los problemas de energía, la inseguridad y la falta de agua potable en los barrios, una torre de telefonía e internet -de 30 metros-, ubicada a metros del cementerio municipal, sufrió un atentado que la derrumbó y dejó sin servicio a toda la zona norte de la ciudad y a varios parajes rurales.
La torre pertenece a la Cooperativa Telefónica de El Bolsón Coopetel, que además del de telefonía presta otros servicios a los vecinos de esta localidad.
Manos anónimas cortaron los anclajes y las riendas de la infraestructura, que se desplomó a plena luz del día.
La Policía no tiene pistas de quiénes pueden ser los autores del atentado.
Voceros de la cooperativa descartaron sospechas hacia la anterior conducción (por la crisis vivida durante todo el año anterior) y prefieren hablar "de fines de robo".
Encima, en las últimas horas también se comprobó la desaparición del cableado que pasa por debajo del puente del río Quemquemtreu.
En tal sentido, la misma fuente consultada recordó la visita que hace unos meses hicieron boqueteros al techo del edificio central, y que no entraron porque sonó la alarma" y la desaparición "misteriosa" de equipos específicos en otra torre, emplazada en el cerro Taza de Té.
El inconveniente afecta a sectores circundantes como Mallín Ahogado, Las Golondrinas, Cerro Radal, Los Repollos y barrio Luján, y también quedó aislada de comunicaciones la propia planta de gas envasado de la cooperativa. Se estima un plazo de diez días para reponer el servicio.
Adrián Clobas, a cargo de la presidencia, dijo que aún no se han cuantificado las pérdidas", al tiempo que reiteró sus sospechas que el hecho vandálico se debió exclusivamente "a la intención de robo del cableado".
Si bien la torre cayó sobre el arbolado a las 14 del miércoles, se estima que los delincuentes concretaron su trabajo la noche previa, munidos de herramientas especiales para cortar los gruesos anclajes, aunque por alguna razón abandonaron su tarea sin llevarse nada.
Luego, por la acción del viento, la pesada estructura giró y terminó desplomándose. Incluso, cuando llegaron al lugar los operarios, lograron interrumpir un cortocircuito que estaba produciendo chispas y un principio de incendio en el bosque cercano.
Las instalaciones se encuentran sobre un promontorio de unos 50 metros de alto, a la vera del arroyo que accede a la cascada Escondida, y sin población vecina que pudiera haberse percatado del atentado.