SAN ANTONIO OESTE (ASA).- En el marco de la investigación por el asesinato de la taxista de 47 años, Silvia Manzanares, cuyo cadáver fue hallado el sábado por la mañana, se realizó un allanamiento ayer alrededor de las 19, en una vivienda ubicada en la calle Juan Domingo Perón al 1.000 de esta localidad.

En ese domicilio se desplegó un fuerte operativo policial encabezado por el personal de la comisaría Décima, debido a que según revelaron altas fuentes policiales, tanto los perros de la división de canes abocados a la pesquisa como un policía rastreador del destacamento local coincidieron en señalar que a esa casa conducían las huellas halladas en la escena del crimen.

El cuerpo de la taxista fue encontrado en un camino vecinal paralelo a las vías ubicado aproximadamente a 200 metros del basural municipal emplazado en las inmediaciones de la ruta 3, y las huellas halladas en el área condujeron a los investigadores a la vivienda, aunque en el procedimiento no se realizaron detenciones, y sólo se secuestró material del que no se informaron datos debido al secreto de sumario.

Según trascendió, a esa vivienda también llegaron los canes que partieron desde la plataforma de la empresa ubicada en la intersección de las calles Quintana y Malvinas, frente al jardín de infantes Nº 8, dónde según el último registro de la base, la taxista se ocupó a las 10.30.

Sin embargo, al cierre de esta edición, los encargados de la investigación no habían realizado declaraciones que permitieran determinar si el allanamiento había resultado exitoso.

Por otra parte, pese a los rumores acerca de posibles testigos del hecho (un camionero que circulaba por la zona y el chofer de un colectivo de una empresa local, que habría visto a un sujeto abandonar el lugar del crimen y atravesar la ruta) altas fuentes policiales indicaron que hasta ahora no existen testigos presenciales, y que aquellos que fueron citados en base a esos comentarios no aportaron información de interés para la causa.

El sábado, en tanto, la actual pareja de la víctima llamada Javier Becco, prestó declaración en sede policial confirmando que Manzanares abandonó el trabajo para desayunar con él en su domicilio a las 10, y luego partió hacia la plataforma en la que se ocupó por última vez.

Mientras tanto, en el velatorio de la mujer que tuvo lugar ayer por la mañana pudieron verse escenas de profundo dolor y consternación, protagonizadas por una multitud de compañeros de trabajo, amigos y familiares de la infortunada taxista.