La primera emisora multicultural de Europa, la mítica Radiomultikulti de Berlín, nacida en 1994 con el objetivo de integrar a la creciente comunidad extranjera y crear entre la población autóctona un clima de respeto e interés hacia los inmigrantes, apagó sus micrófonos por problemas de presupuesto.
Con una retransmisión 24 horas al día en 20 idiomas, además de en alemán, la emisora, que fue inaugurada por todo lo alto en una fiesta con más de 2.000 invitados, prometía mucho y pronto se convirtió en un modelo a seguir en varios países europeos.
"Nosotros ofrecemos a los alemanes la parte del mundo que no conocen y damos a los extranjeros lo que ellos desearían tener de Berlín: un trocito de patria", explicó a DPA la periodista argentina Pía Castro, que reside en Alemania desde 1993 y trabajó por diez años en Multikulti.
En Berlín, una ciudad en la que cerca del 25% de la población es extranjera o tiene orígenes extranjeros, esa radio facilitaba "la vida a mucha gente porque la ayuda a identificarse con Alemania", continuó la periodista, que está casada con el nuevo presidente del partido ecologista alemán Los Verdes, Cem Özdemir, hijo de un matrimonio de inmigrantes turcos y primer líder de raíces turcas de un partido de Alemania.
Por otra parte abría "la mente a los alemanes, que siempre estuvieron un poco cerrados en temas de integración y que recién ahora empiezan a decir que son un país de inmigración", añadió Castro, de 36 años.
Era, además, una plataforma clave para la comunidad extranjera de Berlín, pues ofrecía una oportunidad a mucha gente que en otros medios de comunicación no podría trabajar por no hablar un alemán perfecto.
Su variada programación, con música e informaciones de todos los rincones del mundo y con un acento especial en los temas de integración e inmigración, reportó a la radio varios premios, como uno de la UNESCO por su contribución al desarrollo cultural.
Sin embargo, pese a la amplia y diversa oferta -que incluía la organización de conciertos y cientos de eventos culturales- y a que no sólo transmitía vía AM y FM sino también por cable y satélite, los niveles de audiencia nunca alcanzaron las cuotas soñadas.
Sólo una media de 30.000 personas sintonizaba a diario Multikulti, de acuerdo con los datos de su matriz, la radio pública de Berlín y Brandeburgo, RBB. Claro que es cierto que los oyentes no alemanes no entran en ese cómputo, aunque Radiomultikulti fuera su radio y pese a que pagan rigurosamente los impuestos correspondientes.
Según los cálculos de RBB, en los próximos cuatro años la radio multicultural le reportaría pérdidas de 54 millones de euros. Por el contrario, cerrarla les ahorraría entre 12 y 15 millones de euros.
En verano (boreal) la noticia llegaba como un jarro de agua fría: RBB, que tiene siete canales de radio y uno de televisión, había decidido silenciar Radiomultikulti a finales del 2008.
La comunidad turca y judía, varias asociaciones culturales y miles de alemanes y extranjeros han protestado acudiendo a todas las instancias posibles hasta llegar al alcalde de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit.
"Siempre estamos buscando gente que nos apoye en nuestra lucha por la radio... ¡porque no nos daremos por vencidos hasta el último sonido! ¡Porque no aceptaremos que nos quiten esta radio a la que tanto queremos y necesitamos! Hay que luchar por las cosas que nos importan, con todo el corazón", animó Marisol, una latinoamericana que dejó su voz en un blog que desde internet intenta concienciar de la importancia de salvar la emisora.
Las iniciativas para lograrlo son numerosísimas: desde recogida de firmas hasta protestas, ventas de discos e incluso de un "helado Multikulti" en varias cafeterías y heladerías de la ciudad.
"Multikulti no es sólo una radio, es una forma de vida", nuestro mundo es "transcultural" apuntó Castro, furiosa con la decisión, que según ella es "política", pues RBB cerró la única de sus siete emisoras que es atípica en Alemania y que va dirigida a minorías.
También la delegada alemana para temas de inmigración e integración, la cristianodemócrata María Bohmer, está en claro desacuerdo con ese cierre que en su opinión representa el fin de 14 años de esfuerzo social.
"El cierre va en contra del objetivo de la radio pública (alemana) de fomentar la integración y la diversidad cultural", dijo a DPA. "La variedad cultural de Berlín no sólo ha de quedar reflejada en el Carnaval de las Culturas en Pentecostés, necesita un medio diario, consagrado en Berlín y que hable todas las voces de la ciudad".
Todas las protestas han sido en vano. La decisión de RBB resultó inamovible, como recalcó a DPA su portavoz, Ralf Kotsch, quien insistió en que el cierre no es tan dramático porque la emisora ya tiene una sustituta: la Funkhaus Europa, fundada en Colonia en 1998 siguiendo el modelo de Multikulti.
Funkhaus Europa empezó a retransmitir desde Berlín el 1° de enero en la misma frecuencia que Radiomultikulti, de la que según el portavoz de RBB asumió casi toda la programación informativa y cultural.
"Creo que se hará el mismo trabajo desde ahí. Será casi el mismo programa cultural, musical y de integración. Radiomultikulti trabaja desde hace años con la Funkhaus Europa y yo creo que será una buena sustituta", agregó el portavoz, quien sin embargo lamentó que RBB no tenga dinero para mantenerla. "Si lo tuviéramos, no cerraríamos", aseguró.
Su opinión choca de frente con la de la argentina Castro. "Funkhaus es totalmente diferente. Es mucho más rígida, es un tanto ochentosa... La nuestra era una forma más sensual de hacer radio, sobre todo en temas tan delicados como la inmigración".
"Funkhaus viene de Colonia y no conoce la región, le han regalado la capital alemana, tiene el dinero pero no el conocimiento", protestó. "Funkhaus Europa no quería asumir esa función, le vino impuesta por parte de la directiva".
"Su nombre mismo lo dice todo, seguro que se centrarán en Europa. Para nosotros el objetivo era el mundo, intentábamos reunir todo el globo en una emisora", recalcó.
"Radiomultikulti nació hace 14 años en un momento muy necesario porque los neonazis alemanes estaban quemando a los turcos en episodios como Solingen o Mölln, por ejemplo. Hoy, 15 años después de aquello, se cierra sin que Alemania haya evolucionado mucho en ese tema. Todavía existe una xenofobia desbordante", lamentó.
En internet: www.multikulti.de
ROSA ARANDA
(DPA)