El recaudador de la campaña del Frente para la Victoria, Héctor Capaccioli, era el encargado de controlar a las obras sociales desde su cargo de superintendente de Servicios de Salud pero, lejos de eso, en el organismo habrían facilitado el ingreso para que Lorenzo proveyera de medicamentos a varias entidades públicas.
Ocaña hizo valer esa información para ganar la batalla en la interna que terminó con Capaccioli fuera de su cargo.
La ministra siempre creyó que existían buenos vínculos entre el ex superintendente y el empresario farmacéutico.
El nexo sería Néstor Vázquez, el segundo de Capaccioli en la Superintendencia, que fue socio de Lorenzo en el Centro Oncológico de La Plata y administraba un fideicomiso de la obra social La Bancaria, de la que Lorenzo iba a ser el principal proveedor.
A Lorenzo le atribuyen aceitados contactos con la Obra Social del Personal de Activistas del Turf (OSPAT). Esa mutual, que en los últimos años engordó su padrón de afiliados, recibe del Estado el reintegro del 100% de los medicamentos que compra para tratamientos de alta complejidad.