El presidente electo de Estados Unidos, que se instaló ayer en Washington con su familia, enfrenta la primera baja en su futuro gabinete ministerial luego de que el secretario de Comercio designado renunciara. (Ver nota central)
La renuncia de Richardson coincidió con la llegada de Obama a Washington, a pocos días de asumir la presidencia, el próximo 20 de enero.
Tras recibir elogios por un proceso de transición sin complicaciones, ahora Obama debe encontrar rápidamente un reemplazo para Richardson además de trabajar en un multimillonario plan de rescate económico que los demócratas del Congreso esperan aprobar a principios de febrero.
El paquete, que supondría una inversión de hasta 1 billón de dólares, es necesario para prevenir un "revés económico más profundo", cuando Estados Unidos ya se encuentra en recesión, dijo Obama en su programa radial.
El departamento de Comercio no está al frente de la política económica de Obama, pero Richardson es un peso pesado que inicialmente fue considerado para dirigir el departamento de Estado.
Obama acudirá al Capitolio a partir de hoy para intentar finalizar con los dirigentes parlamentarios su plan de rescate, que -según dijo ayer el líder de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, Steni Hoyer- estaría "en el entorno" de 775.000 millones a 1 billón de dólares.
Según Hoyer, el plan de rescate de la economía estadounidense debería ser adoptado "a principios de febrero", es decir poco después del arribo del nuevo presidente a la Casa Blanca el 20 de enero.
"Queremos ver la aprobación de este paquete en la Cámara de Representantes no más allá de fin de mes, llevarlo al Senado y llevarlo al presidente antes del receso" por vacaciones "a principios de febrero", informó el legislador demócrata al programa televisivo Fox News Sunday.
(AFP)