NEUQUÉN (AN).- El único conflicto que hizo caso omiso a las fiestas de fin de año y a las vacaciones, el de los hospitales públicos, tendrá un nuevo capítulo mañana por la mañana cuando los gremios que representan a los trabajadores y el ministro de Salud, Daniel Vincent, se sienten a discutir si finalmente habrá algún tipo de recomposición salarial para todo el personal.
Antes, hoy a partir de las 11, ATE y el sindicato que agrupa a los médicos del sistema público, harán una asamblea en el hall del Hospital Eduardo Castro Rendón.
Acaso de allí pudiera surgir alguna medida de fuerza para llevar como carta de negociación al encuentro habilitado por el ministro luego de que los empleados marcharan a su oficina, terminara ingresando, y lograran un acta acuerdo donde lo comprometen a ofrecer una propuesta de recomposición mañana.
El malestar en los hospitales volvió a recrudecer luego de que la semana pasada el gobierno otorgara una recomposición a todo el personal que realice guardias durante el verano.
Se trata de una suba de entre el 50 y el 70% en el valor de las guardias, para hospitales del interior y el Castro Rendón respectivamente, decidida para garantizar que no se produzcan baches en la atención, en un contexto de faltante de recurso humano y sobrecarga laboral de empleados a consecuencia de ello.
El aumento fue otorgado por tres meses: del 16 de diciembre al 16 de marzo. Y fue un reclamo que los directores de hospitales plantearon al ministro, para evitar nuevos problemas en la cobertura.
ATE ya adelantó que mañana reclamará primero la discusión "integral" de la estructura de sueldos, para que haya una recomposición de todos los salarios del sector. Es algo que pidió, sin suerte, durante todo el 2008.
De no conseguir margen para una negociación así, es posible que junto a los médicos, termine por acordar una variación, como la que durará el mencionado trimestre, pero para todos, quienes hagan y no guardias en los centros de salud.
Resta saber cuál es el margen de maniobra de Vincent, quien días atrás dijo que debería consultar a su par de Hacienda, Esther Ruiz, para instrumentar una salida como la que reclaman en las instituciones públicas.
Así las cosas, el conflicto recuerda a otros que ya se vinieron dando durante los últimos cinco años en el sistema público, y que se desprenden de la falta de soluciones de fondo, tal como incluso figura en documentos internos del ministerio y la subsecretaría, que tomaron estado público.
Como en el caso de los anestesistas, a quienes también en su momento se dio una suba diferencial para garantizar que no dejen desiertos los quirófanos, otra vez los que no reciben nada amenazan con paralizar el funcionamiento de los hospitales. Y el gobierno queda preso de su intento para evitar problemas como los que se dieron en algunos hospitales del interior durante 2008.