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GABRIEL DOMENICUCCI: Notas musicales con el color del Valle | ||
El bajista de Roca vive hoy en Buenos Aires, donde editó su elogiado disco "Ni una nube". | ||
Todo hecho artístico es subjetivo y está muy influenciado por el contexto: el mismo cuadro no se aprecia de la misma manera en un museo que en una sala de espera. Escuchar un excelente concierto con sueño puede ser una experiencia terrible... ¿Quién no dijo alguna vez: "la primera vez que escuché la canción no me gustó, pero ahora sí...."? La canción no cambió. La subjetividad tiene que ver con nuestro modo de pensar o de sentir y no con el objeto en sí mismo. La subjetividad es al que escribe, como Piazzolla al tango, inevitable. Creo que Gabriel es un músico con un talento especial, con un gusto exquisito para tocar y componer. Pero ya sabemos que creer, aunque sea con honestidad, es subjetivo. Los factores que alteran la objetividad son infinitos y uno de esos factores es la amistad. Por suerte hay grandes músicos y respetados críticos que, sin ser amigos de Gabriel, tienen opiniones similares a las mías. Ésta es una nota subjetiva hecha a Gabriel Domenicucci, un amigo. Se acerca con calma, habla pausado y en voz baja. Tiene esa tranquilidad de las personas que saben decir. En cada frase trasmite con claridad. Tiene aspecto de psicólogo/músico y es ambas cosas. Además de su actividad en hospitales y consultorios, Gabriel es uno de los músicos más originales de la nueva escena del jazz nacional. Así lo demuestra en su nuevo disco "Ni una nube", que fue elogiado por los medios especializados hasta llegar a encontrarse entre los recomendados del prestigioso Club del Disco. Sus comienzos musicales fueron en Roca, con sus primeras bandas, mientras tomaba clases con Pato Frank y Andrés Fuhr, además de un paso fugaz por el INSA. Ya en Buenos Aires, se formó con grandes bajistas. También estudió piano, armonía y composición. Grabó discos de folclore, de canciones, de rock y de jazz. Hoy forma parte de la banda de Coiffeur, para muchos la gran promesa del nuevo rock nacional. -¿Desde cuándo estás en Buenos Aires? -A veces no lo puedo creer pero hace 11 años que estoy viviendo en Buenos Aires. Me vine a los 18 años. Mmm... es raro pero suelo preguntarme qué pasaría en caso de que residiera en Capital o en otro lugar más tiempo del que pasé en Roca... supongo que nada... ¿acaso entonces sería más de acá que de allá? Hay marcas que no se borran... -¿Cuáles? -Uff, veo que tendré que dar mis razones por lo que digo. ¡Me voy a cuidar más entonces! Las marcas... las marcas son esas cosas que no podés olvidar estés donde estés... esas cosas que se extrañan. -¿ Y qué extrañás de Roca? -Mi familia, los amigos, el río y el color del Valle. También extraño la disolución del tiempo, esa suerte de temporalidad trastocada, que combinada con una tarde de río suele ser un elixir exquisito para mí. El tiempo allá me lo represento como los relojes de Dalí, un poco derretido. Este año cuando volví de mis vacaciones roquenses, los viajes en colectivo dentro de Buenos Aires se me volvían interminables, uff! Luego, el reloj se acomoda de nuevo y ya no se sufre tanto. Otra cosa que me atrae de Roca es su cercanía con la cordillera. Haber nacido en Roca implica para mí ser del Sur. Y eso excede a la vida en el Valle. Si no me doy una vuelta por el sur, me da un poco de abstinencia. -¿Sentís que tu vida en el Valle sigue influyendo en tu música? -Claro, todavía hay algunas composiciones que nacen en Roca. En "Ni una nube" hay melodías que me las traje de allá, algunas en la cabeza, otras en los dedos. Es el caso de "Pétalos". Pero también hay temas que escribí acá con sensaciones propias de allá, como "Tarde de río". Claro que en la música instrumental son más difíciles de reconocer esas influencias. Distinto es cuando uno se pone a escuchar un disco de Lisandro Aristimuño, y escucha "hoy se respira viento sur, ese que nace del frío, horno de barro calienta el sol, de los lugares perdidos?" o "pido atardeceres en los cielos de Beltrán". Ahí estás en un instante, mágicamente, en el sur? De todas formas, creo que en las sutilezas siempre está la influencia; quizá en un color, en un timbre; aún cuando no haya una palabra. -"Ni una nube", elogios y excelentes críticas, ¿Cómo fue el proceso del disco? -"Ni una nube" es un disco sencillo, diáfano. Es un disco esencialmente en dúo, sólo guitarra y contrabajo. Hay composiciones de Leo Fernández y mías. Leo toca la guitarra y es con quien arreglamos y produjimos todo el disco. Y tenemos el honor de que participen César Lerner en acordeón y voz en glokenspiel, como invitados. Fue editado a mediados del 2007 por PAI Records y por suerte fue incluido en el catálogo del Club del Disco. Personalmente, me alegró la edición del disco porque lo pudimos concretar con bajo presupuesto y en las condiciones que queríamos. Lo grabamos en casa, en mi estudio mínimo (¡imaginen por qué!), sin preocuparnos por los tiempos. No queríamos ir a un estudio y en dos días tener que terminarlo. Hicimos muchas sesiones y cuando algo nos gustaba, quedaba? Sería injusto si no aclarara que todo fue posible gracias a los amigos, como casi todas las cosas importantes. El técnico que mezcló y masterizó el disco, la pintora que hizo el arte, la diseñadora y los músicos invitados son amigos que participaron creativa y desinteresadamente. O mejor dicho interesadamente, pero en el proyecto. Lamentablemente todavía no hemos podido presentarlo en Roca. -¿Cómo ves la actividad musical de Río Negro y Neuquén? -Contrario a lo que muchos piensan, en Río Negro y Neuquén, hay mucha actividad musical y artística. Hay músicos increíbles. Además, en los últimos años, numerosos grupos y músicos de Capital viajan seguido para allá. Cada tanto me comentan "che, estuve en Roca? y también toqué en Neuquén?". Muchos tocaron en Casa de la Cultura en Roca y hasta hora siempre los comentarios son excelentes. Respecto a los músicos, a mí siempre me sorprende el gran nivel. Uno podría pensar que en Capital hay más acceso a la información, a conciertos internacionales y a grandes maestros, lo cual es cierto, pero a pesar de eso, siempre encuentro músicos muy sólidos. Y mientras en Roca siga viviendo mi generoso maestro y amigo Andrés Fuhr, bueno? ahí tienen de quien aprender? - ¿A qué se debe tanta actividad? -Supongo que tiene que ver con la transmisión y con los lazos que se establecen entre los músicos. Lo que te decía antes de respecto de la temporalidad, se aplica sin duda a la música y a la formación de los músicos. El tiempo y el ritmo son dimensiones centrales en la música, y si esas dimensiones están alteradas en lo cotidiano lo estarán también en las canciones. Se me ocurre que por eso los folclores (en el sentido amplio del término) son tan importantes. Se trata de músicas impensables por fuera de su contexto. -¿Cómo conviven el rock y el jazz en tu trabajo? - Siempre he participado conjuntamente en proyectos vinculados al jazz, al rock & pop y también al folclore. Es que si bien me atrae la improvisación y esa libertad interpretativa del jazz, también me conmueve notablemente el género de la canción. Además, disfruto mucho de las letras de las canciones. Hay poesías que hay que escuchar. Actualmente, además del dúo participo en grupo de un solista llamado Coiffeur. Su disco "No es" editado en el 2006 está más que interesante? canciones acústicas? muchísima energía en cuerdas de nailon. -¿Con quienes más grabaste? -Participé como invitado en el disco "Atajo" de María Elía y Diego Penelas; en el disco de Marcela Passadore "Danzas del Viento" grabé varios temas. Participé en dos discos de un grupo de rock llamado Superlasciva y en el disco de Coiffeur que ya te conté. -¿Cómo conviven la psicología y la música? - ¿No habíamos acordado que de eso no íbamos a hablar?... (risas). Puedo decir que el psicoanálisis está incluido para mí en el campo de las artes. Son dos campos que yo no puedo separar. Y cuando lo hago, me aburro. El psicoanálisis se nutre de las artes, aunque esté atravesado más por la ética que por la estética. De todas formas, ésa es mi propia teoría. Como pasa con las teorías sexuales ... cada uno tiene la suya... (risas). -¿Qué música escuchás? -Depende... los discos que suenan bastante en casa son "Luz de agua", un proyecto de canciones sobre poemas de Juan L. Ortiz , "Lucecita", el disco del roquense Lucio Balduini, "To find me gone", de Vetiver y los discos del Trío MES, liderado por Enrique Norris. También discos de The Bad Plus, Radiohead, Brad Mehldau, Valle de muñecas y Juan Stewart. Nunca faltan los discos del Negro Aguirre. Nunca falta Chet Baker, Miles y Monk... ¡qué injusticia... no se puede hacer una lista!
OSCAR ALBRIEU ROCA | ||
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