ROCA (AR).- Muchos dicen que para enamorarse no hay edad y que el saber no ocupa lugar. Son tantas las cosas que se pueden lograr sin importar los años que uno tenga y, más aún, hay muchas otras que nadie debe dejar de hacer mientras pueda. La salud y el enriquecimiento intelectual son dos cosas que muchas veces van de la mano y trabajan en conjunto. Esto quedó demostrado con las actividades que vienen desarrollando los abuelos de Roca.

Dejando de lado la imagen de una vejez pasiva, un centenar de adultos se unió a la iniciativa propuesta por el Programa Nacional Hadob (Hipertensión Arterial, Diabetes y Obesidad), lanzado por PAMI y presentado a mediados del 2008. Bailar, practicar natación, hacer gimnasia y hasta aprender a mandar un ´mail´, fueron algunas de las consignas que los mantuvo entretenidos.

Todo comenzó en setiembre. Los centros de jubilados de los diferentes barrios se transformaron en el lugar de encuentro. Profesores de gimnasia y sus alumnos se juntaron y se pusieron al tanto de las actividades que desarrollarían hasta fin de año.

Uno de los coordinadores y profesor de Educación Física, Marcelo Moro, contó que "cuando recién empezamos, en Gómez por ejemplo, había abuelos con escasa movilidad física, muchos con bastón, otros que no podían peinarse detrás de la nuca o tocarse los pies para atarse los cordones, incluso había muchos con problemas de sordera". Poco a poco, fue indagando en la vida de cada uno de ellos y logró determinar que todos sus problemas venían de un pasado laboral demasiado exigente.

Fue así que pequeños grupos de no más de 25 personas se reunieron en los diferentes centros y comenzaron a desempolvar una juventud que continúa latente.

Mediante actividades terapéuticas no medicamentosas, 140 personas comenzaron a participar en Roca del Programa Hadob, realizando tareas de movilidad, agilidad y flexibilidad, logrando mejorar su capacidad y condición física. Para el desarrollo del programa, alquilaron una pileta, para que pacientes con problemas de artrosis, pos-operados o con problemas de obesidad puedan comenzar a hacer un tratamiento que a su vez incluía aprendizaje y diversión. Para fines de diciembre el número de inscriptos había llegado a más de 500.

Haciendo "clic"

Sin embargo, y a pesar de lo que muchos creen, la salud no sólo se mejora a través de actividad física, el ejercicio mental es también una fuente de salud.

Esto quedó evidenciado cuando también comenzaron a acceder a las nuevas tecnologías, más precisamente en interacción con una computadora.

Habitualmente se asocia a los jóvenes con las computadoras, como los usuarios más comunes y los mayores expertos en la materia. Pero muy por el contrario, la computación puede ser una herramienta útil para cualquier persona, lo único que se necesita es aprender a usarla.

A mediados del 2008, comenzó a dictarse en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales un curso de informática para adultos mayores. El curso, que también está integrado dentro del Programa Nacional Hadob, persigue el objetivo de integrar a los adultos mayores con las nuevas tecnologías. Aprender a navegar por la web, crear un correo electrónico y saber enviar un e-mail, fueron algunas de las tareas a cumplir.

Mariángeles Dallavia fue la encargada de guiarlos. Con paciencia y dedicación, logró que poco a poco sus particulares alumnos se familiarizaran con las computadoras. Muchos aseguran que lo hacen no sólo por curiosidad, sino también que quieren compartir con sus nietos y "estar a la altura" de la tecnología.