Domingo 04 de Enero de 2009 Edicion impresa pag. 6 > Regionales
El asfaltado de La Japonesa empezaría en marzo
La anhelada obra que por años sólo fue promesas, está a un paso de concretarse. Ya se licitó y se espera la adjudicación. Superada esa instancia, asfaltarán los primeros 42 kilómetros.

Las obras ya están en marcha del lado pampeano. La esperada reparación de la ruta conocida como La Japonesa empezó a hacerse realidad.

El 28 de noviembre fueron licitadas las obras de reparación de la ruta 232 por el gobierno nacional con un monto de casi 90 millones de pesos para la reparación integral del tramo entre Chelforó y La Japonesa, en el límite con la provincia de La Pampa. Las obras comenzarían en febrero o marzo. En esa provincia hace algunas semanas ya se iniciaron los trabajos de recuperación de la vía a lo largo de 75 kilómetros.

En Chelforó, el pueblo más cercano a esa ruta y el más afectado por el fin del tránsito, la sangría comenzó hace 14 años cuando por el proceso de privatización se cerró la planta que Gas del Estado poseía a poco menos de un kilómetro de Chelforó, a lo que le siguió el cierre del ramal del ferrocarril. Pero el golpe de gracia fue dado por el abandono y constante deterioro que sufrió la ruta nacional en ese momento denominada 152, hoy 232, pero para todos más conocida como la ruta de La Japonesa.

De los casi 500 habitantes que vivían aquí, tan sólo 80 continúan en esta localidad. En su mayoría personas mayores de edad que decidieron permanecer en Chelforó donde se habían asentado siendo jóvenes.

Chelforó lucha por permanecer con vida, aunque la situación no es fácil debido a que tampoco hay en las inmediaciones empresas asentadas o emprendimientos rurales que permitan a las familias tener una subsistencia en base a su trabajo.

"Muchos se fueron porque la actividad decayó de manera tal que no había modo de subsistir. Hay que imaginarse que en torno a la planta de Gas del Estado vivían las casi 500 personas que residían en Chelforó, un grupo de 50 en lo que era la villa de Gas del Estado, y otras 30 familias en el casco de la localidad", señaló Jorge Lamela, quien se desempeña como comisionado de fomento de esta pequeña localidad ubicada sobre la meseta patagónica, a la vera de la ruta 22.

"Trabajo acá no hay, existen pequeños comercios, algunas parrillas que viven del tránsito pasante de la ruta 22; aunque cuando la ruta de La Japonesa estaba en buenas condiciones la situación era distinta porque había un montón de empresas de transporte de pasajeros y carga que van hacia el centro y norte del país que pasaban por acá", agregó.

Mientras tanto, esperan con ansiedad el inicio de la temporada de cosecha y con ella el tránsito de camiones hacia el puerto de San Antonio Oeste, lo que les permite contar con ingresos en los comercios.

Lamela comentó: "Durante la temporada del puerto tenemos un flujo de 300 camiones casi a diario, muchos paran acá no sólo para comprar sino también para descansar, porque hay que tener en cuenta que estamos a la vera de la ruta 22. Antes los camiones que iban a Brasil o hacia el centro y norte del país obligadamente paraban acá antes de tomar la ruta de La Japonesa hoy en cambio paran en Río Colorado o La Adela.

La vida en Chelforó es muy difícil desde el cierre de la planta de Gas del Estado, donde inclusive funcionaba la escuela. Con la privatización del servicio, la villa cerró sus puertas, y la pequeña escuela a la que asistían más de un centenar de chicos se trasladó a un edificio en la localidad, hasta que hace poco más de cinco años atrás se habilitó la construcción que hoy alberga a este establecimiento educativo que tan solo cuenta con seis alumnos.

"Como dije, acá no hay trabajo. Cuatro familias se sostienen porque son empleados de de Fomento, otros tienen comercios, algunos trabajan como empleados en una estación de servicios, pero otros tantos deben buscar trabajo fuera de la localidad. Igualmente en gran porcentaje la población está conformada por personas mayores que ya son jubilados o pensionados, que prefirieron permanecer aquí" agregó Lamela.

Esta localidad se encuentra rodeada de una importante extensión de tierras que se encuentran en manos de privados, que no realizan inversiones.

"Nosotros vemos que a poco menos de una importante empresa hizo un emprendimiento productivo sobre la meseta y cosechan cerezas. Acá estamos rodeados de tierras que son aptas para todo tipo de cultivos, pero que no están aprovechadas. Tenemos un brazo del río a menos de lo que permitiría irrigar toda esta zona" agregó Lamela.

En este sentido apuntó que en distintas oportunidades se solicitó al gobierno provincial la posibilidad de expropiar alguna porción de tierras para iniciar algún emprendimiento productivo, aunque nunca la propuesta tuvo eco.

"Si acá se llegara a expropiar una porción de las tierras que rodea a Chelforó, más de 30 familias podrían subsistir con proyectos productivos, ya sea ganaderos, frutícolas u hortícolas; lo que daría nueva vida a esta localidad" comentó.

Sin embargo hoy las miradas están dirigidas a la reparación integral de la ruta nacional 232, que recientemente fue licitada por el gobierno nacional con un presupuesto oficial que ronda los 87 millones de pesos.

"Sin lugar a dudas la ruta va a cambiar nuevamente la vida de nuestra localidad, porque habrá un mayor movimiento vehicular, los camiones y colectivos volverán", agregó el comisionado.

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