SAN ANTONIO OESTE (ASA).- El asesinato de una taxista que se desempeñaba desde hace dos años en la empresa ´Taxicoop" ubicada en la intersección de las calles San Martín y Moreno, a metros de la comisaría décima de la localidad, conmovió a la comunidad de Las Grutas y San Antonio.

El cadáver de la mujer de 47 años, identificada como Silvia Manzanares, fue hallado ayer por la mañana, en un camino vecinal paralelo a las vías ubicado aproximadamente a 200 metros del basural municipal emplazado en las inmediaciones de la Ruta 3.

El cuerpo, que estaba tendido boca abajo y con múltiples signos de golpes y contusiones, se hallaba a 300 metros del taxi que conducía (un Fiat Siena dominio GRA431) que quedó abandonado a un costado del sendero, con una de sus ruedas aprisionada entre la vegetación circundante.

Sobre el camino de tierra quedaron múltiples huellas que evidenciaban el zigzagueo que experimentó la trayectoria del taxi.

La policía tomó conocimiento del hecho a las 11:15, por la denuncia de un oficial de la Prefectura local, que al atravesar junto a su hijo el camino visualizó el cuerpo de la mujer.

Inmediatamente, se desplegó un amplio operativo policial encabezado por los oficiales de la unidad 10ª, que contó con el apoyo de la policía caminera, que se ocuparon de cercar el área a la espera de los integrantes del departamento de Criminalística de Viedma, que sería la encargada de recabar huellas en el lugar.

Según fuentes policiales, a pocos metros del taxi quedaron los anteojos y el calzado de la mujer, que aparentemente no poseía heridas de armas de fuego ni lesiones provocadas por armas blancas. La policía Criminalística de Viedma arribó a la zona alrededor de las 15 acompañada por la división de canes, ya que los perros entrenados se encargarían del rastreo de señales odoríferas que permitieran dar con el derrotero seguido por el o los presuntos autores del hecho.

Aunque no se descartaba ninguna hipótesis, los pesquisas sospechaban que el móvil del crimen podría ser el robo, y especulaban con que él o los posibles autores del crimen fueran oriundos de la localidad, debido a que el camino elegido para perpetrar el hecho no es muy transitado.

Los compañeros de la víctima relataron que la taxista, que cumplía turnos matutinos, concurrió a trabajar unas horas antes del triste hallazgo, y debido a la escasez de pasajeros decidió regresar a su casa para desayunar con su pareja, por lo que abandonó la base alrededor de las 10 para ir a su domicilio, en Alem al 700, y desde allí partió hacia la plataforma de la empresa en la intersección de las calles Quintana y Malvinas, frente al Jardín Nº 8.

En el libro en que se registran los movimientos de los taxistas figura que el móvil se ocupó en esa plataforma a las 10:30, aunque no se consigna el destino ni que se haya liberado después. Tampoco desde la radio del móvil se habría emitido ninguna señal que indicara peligro.