LONDRES (DPA) - Mediante un contador electrónico instalado en la fachada de una aseguradora londinense, el artista español Santiago Sierra cuenta desde el primer minuto del año los muertos que en todo el mundo habrá en el 2009. El aparato deberá mostrar hasta el 31 de diciembre de 2009 el número de personas fallecidas, que según se prevé estará cerca de los 55 millones. El español Sierra cedió por un año a la aseguradora su obra "contador de muerte" y a cambio recibió una póliza de seguros de más de 150.000 euros (200.000 dólares). La suma se hará efectiva si Sierra muere durante el 2009.
La obra de Sierra "será un recordatorio de la naturaleza transitoria tanto de la vida humana como del dinero en el corazón del distrito financiero de Londres". El trabajo explora el concepto de valor en relación con la vida humana y el arte, y quiere llamar la atención sobre cómo se establece el valor de los objetos y cómo se incrementa el precio de una obra artística cuando fallece su autor.
La cuenta se realizará a partir de una proyección demográfica elaborada por el servicio del censo de Estados Unidos, que en la actualidad calcula que cada año mueren en el mundo 55 millones de personas, a un ritmo de casi dos personas por segundo, Un portavoz de la compañía celebró la obra de Sierra por su original mirada sobre los temas muerte y dinero.
Sierra, que nació en Madrid en 1966, tematiza en sus provocadoras obras la injusticia social o la degradación del hombre entregado al trabajo. En marzo del 2006 provocó indignación con su instalación en la ex sinagoga de Pulheim-Stommeln, a la que había conectado el escape de un automóvil. Con la obra buscaba llamar la atención sobre la "banalización de la memoria del Holocausto", explicó.