El deporte no será ajeno a la crisis económica en el año que comenzó hace unos días, pero como receta para sobrellevarla aportará una atractiva mezcla de estrellas y eventos: el regreso de Lance Armstrong, los nuevos retos de Usain Bolt y Michael Phelps, la Copa Confederaciones de fútbol, la continuación del duelo entre Rafael Nadal y Roger Federer y una Fórmula 1 más real y austera. El deporte, afectado por la crisis económica como el resto de sectores de la sociedad, servirá de vía de escape en un año que pese a que no tendrá Juegos Olímpicos ni Mundial de fútbol estará repleto de atractivos.
La disciplina que más sufre los problemas económicos es la del motor. El Mundial de Rally tendrá las ausencias de Suzuki y Subaru y la F-1, la de Honda. La máxima categoría, la más lujosa y glamurosa, se ha apretado el cinturón con la intención de contener gastos y evitar más fugas.
El tenis le seguirá de cerca. El verano austral no dará pausa a las raquetas con el Abierto de Australia como gran meta del 19 de enero al 1 de febrero. "Será un año emocionante", pronostica Federer, que buscará recuperar el número uno mundial que perdió en el 2008 a manos de Nadal.
No estarán solos. Novak Djokovic y Andy Murray quieren entrar en esa pelea y evitar el duopolio. "Ya no es cosa de dos", dijo el serbio cuando terminaba 2008.
En Australia y también este mes se vivirá el regreso oficial de Armstrong, retirado hace tres años. Será en el Tour Down Under, del 20 al 25. El ganador de siete Tours de France quiere, a los 37, extender la conciencia de la lucha contra el cáncer que superó en 1996. Estará en la edición 100 del Giro d´Italia y el Tour.
Las Ligas y las Copas se robarán toda la atención del gran fútbol europeo al inicio de un año que podría ser el de la coronación definitiva de Lionel Messi como mejor del mundo. El 12 de enero podría ganar el premio FIFA World Player de 2008, por el que competirá con Cristiano Ronaldo.
Su equipo, Barcelona, se perfila para tener una gran temporada en el continente, pero los equipos ingleses (Manchester, Liverpool y Cía) son una amenaza.
En Sudamérica, la Libertadores llegará sin favorito claro y con los más modestos dispuestos a repetir lo de la LDU de Quito.
En el subcontinente quiere brillar también Messi cuando juegue con su selección, dirigida por Diego Maradona, que irá por un lugar en el Mundial Sudáfrica 2010. Todas las plazas se decidirán en el 2009, que vivirá la prueba con la Copa Confederaciones en junio. Estarán España, campeona de Europa; Italia, campeona del mundo, y Brasil con su discutido técnico Carlos Dunga.
Febrero comenzará con el Súper Bowl, el mayor espectáculo de Estados Unidos, un país que se frota las manos ante otra final NBA entre Boston-Lakers.
El 29 de marzo largará la F-1, en la que los equipos ajustarán al máximo sus gastos y que presenta novedades como el regreso de los neumáticos lisos.
En julio la natación centrará la atención con el Mundial de Roma. Allí se espera que Phelps siga con sus records y medallas de oro tras las ocho logradas en Pekín. Fuera de la piscina, la polémica por el "tecnodoping" de los trajes obligará a los organismos a definir pautas concretas. Después de lo que ocurra con Phelps en las piscinas de Roma del 18 de julio al 2 de agosto, volverá la comparación con el atleta jamaicano Usain Bolt, la otra gran estrella de Pekín.
Del 15 al 23 de agosto el Estadio Olímpico de Berlín espera a Bolt. ¿Batirá de nuevo en el Mundial sus records del mundo en 100 y 200 metros? Una de las tantas preguntas para este 2009, que también definirá la sede para los próximos Juegos luego de la última evaluación del COI.