RIO COLORADO (ARC) Las autopsias realizadas a los dos hermanitos que fallecieron en el incendio del jueves dictaminaron que el deceso se produjo por inhalación de monóxido de carbono.
Así lo confirmó ayer a este medio el comisario Roberto Stupniki, quien informó además que ya fueron entregados los cuerpos a su abuela.
Mientras tanto la mamá de los pequeños, Betiana Pereira, de 21 años, que al momento del siniestro se encontraba fuera de su casa festejando Año Nuevo con algunos familiares.
Ayer, la mujer permanecía internada en el hospital local y con una continua asistencia del personal de salud. Del mismo modo se halla un tío de los chicos y hermano de la mamá.
Merced a un antecedente ligado al fuego que tiene esta persona, las primeras sospechas recayeron sobre él aunque el fiscal Guillermo Bodratto se encargó de aclarar que por el momento no existen datos que lo liguen a lo ocurrido.
Por el contrario, los informes preliminares de Bomberos indica que hay un elevado porcentaje de probabilidades (que supera el 70 por ciento), que haya habido un cortocircuito en el techo machimbrado de madera que generó el fuego y que luego se propagó en toda la habitación.
En un primero de año trágico para esta comunidad, los hermanitos Santiago Nahuel, de dos años, y Milagros Macarena, de seis, fallecieron como consecuencia de un incendio desatado a las 7 de la mañana en la vivienda ubicada en Castelli 260 del barrio Villa Mitre.
Por otra parte, se pudo conocer ayer las identidades de los policías que aún a costa de arriesgar sus vidas, entraron a la habitación saturada de fuego y humo para intentar rescatar a los niños y resultaron con lesiones físicas y psicológicas. Ellos son el sargento 1° José Pelayes, el cabo 1° Marcelo Martínez, el cabo Edgardo Rivero y el oficial subinspector Mauro Cacho.
De acuerdo con lo revelado por vecinos de las víctimas y por el fiscal Guillermo Bodratto, quien llegó inmediatamente a Río Colorado desde Choele Choel, junto al gabinete de Criminalística, la mujer habría salido a festejar la llegada de 2009. En tanto que sus hijos quedaron descansando solos.
Los vecinos, que escucharon los gritos desesperados de los niños, avisaron a la policía.