Los motores de los 530 competidores están a punto para la largada mañana en Buenos Aires de la histórica edición del rally Dakar Argentina-Chile 2009, que por primera vez sale de África para recorrer 9.574 kilómetros a través de las llanuras, estepas, montañas y desiertos sudamericanos.
Las 235 motos, los 25 cuatriciclos, los 185 automóviles y los 85 camiones que competirán desde mañana y hasta el 17 de enero enfrentarán un escenario hasta ahora desconocido para la carrera "off road" más exigente e importante del mundo.
"El rally aquí es realmente un gran Dakar, con un recorrido más difícil, más duro. Vamos a escribir una nueva página del rally en América del Sur", aseguró a dpa el director de la competencia, Etienne Lavigne.
El punto de partida será Buenos Aires, de donde los competidores saldrán de madrugada para evitar el intenso tránsito de la metrópolis habitada por doce millones de personas. Rumbo al sur, recorrerán las llanuras pampeanas hasta tocar el Atlántico en Puerto Madryn. Luego atravesarán la Patagonia para comenzar a bordear hacia el norte la Cordillera de los Andes y luego cruzar a Chile.
Llegarán hasta el Pacífico en Valparaíso, desde donde costearán el océano preparándose para uno de los tramos más determinantes de la competencia: el desierto de Atacama. Los competidores deberán sobreponerse a 40 grados celsius en el día y un frío bajo cero en la noche, lo que convierte la etapa en una de las más duras de toda la carrera. Volverán a cruzar los Andes por el paso San Francisco de la provincia argentina de Catamarca, a 4.700 metros de altura, para completar las últimas etapas rumbo al Río de la Plata.
Llevar el Dakar a Sudamérica resultó "un poco más caro que África" y los organizadores se toparon con mayores normas y regulaciones que en el continente negro, admitió Lavigne. Pero la empresa organizadora Amaury Sport Organisation (ASO) optó por cambiar drásticamente de escenario al Dakar tras las amenazas terroristas en Mauritania que obligaron a suspender en 2008 la competencia apenas horas antes de la salida en Lisboa.
Con ese antecedente, las fuerzas de Argentina y Chile dispusieron un gran operativo de seguridad para la trigésima edición del Dakar, con miles de efectivos desplegados a lo largo del trayecto. "Nosotros partimos de todas las amenazas posibles, no descartamos ninguna. Por eso llevamos un grupo de fuerzas especiales en caso de un ataque, aunque no sea terrorista. A lo mejor puede aparecer un francotirador", advirtió a dpa el comandante general de la Gendarmería argentina, Hugo Oscar Buchanan.
En lo estrictamente deportivo, pilotos y expertos admiten que la edición sudamericana del Dakar representará también un cambio en lo tecnológico, ya que por primera vez podría ganar el piloto de un vehículo propulsado a diesel.
Tanto Mitsubishi como Volkswagen y X- Raid, de BMW, competirán con motores diesel. Otro elemento interesante es que por primera vez en años la competencia de motos está abierta, tras un dominio absoluto de la escudería KTM. Los pilotos sudamericanos tendrán la ventaja histórica de la localía, en especial el chileno Francisco "Chaleco" López, sindicado por ex ganadores del Dakar como favorito para el podio, al menos.
La clave en esa categoría estará en que por primera vez los pilotos oficiales de KTM, Marc Coma y Cyril Despres, ganadores de las últimas versiones del Dakar, correrán la prueba con neumáticos Pirelli, por decisión comercial. Esas llantas, que reemplazarán las clásicas Michelin, usan una tecnología desechada hace diez años para la prueba, lo que eleva el riesgo de pinchazos y derrotas. "Es un riesgo", admitió Coma.
Como sea, la competencia en esa y todas las demás categorías será una prueba táctica, donde ganar una etapa puede ser una derrota si al día siguiente el piloto debe partir abriendo ruta en una zona desconocida.
La adaptabilidad de hecho será estratégica. Y del éxito de la competencia dependerá el destino que eliga el Dakar en 2010. Argentina y Chile, beneficiadas por la gran difusión de sus paisajes, quieren volver tradición el rally en Sudamérica. Otras versiones sugieren que el nuevo rumbo estaría en Medio Oriente.
El impacto de la crisis financiera internacional será otro de los grandes factores que deberá evaluar ASO. Lavigne aseguró que la debacle no afectó la edición 2009, pero reconoció que todavía está abierta la suerte de la próxima edición.
Cecilia Caminos, agencia DPA