SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El buen tiempo de diciembre, con elevadas temperaturas y muy escasas precipitaciones, originó un gran deshielo en la cordillera cuyas cumbres lucen el aspecto habitual de los meses de marzo. El fenómeno obligó a modificar algunas costumbres en los ascensos a las montañas y asimismo preocupa la falta de agua que podría haber en los refugios, en caso de no haber precipitaciones.
"Hemos suspendido los ascensos a la cumbre del Tronador, pues se derritió la nieve y el hielo en la parte alta, donde sólo hay roca volcánica suelta y muy peligrosa", aseguró Mauricio Cadillo, uno de los guías de montaña que trabaja en el refugio Otto Meiling. De esta manera, los visitantes son guiados hasta el pie del Promontonio, una altura similar a la cima del Pico Argentino, pero sin peligros de caída de piedras.
El año pasado la suspensión de los ascensos ocurrió en el mes de marzo, pero durante enero y febrero se pudo llegar por nieve y hielo hasta la cima. Este fenómeno es nuevo en la montaña y los veteranos montañeses aseguran que nunca antes había tan poca nieve en las cimas del volcán más alto del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Similares condiciones se dan en las restantes montañas de la cordillera. En el cerro López, era habitual que la Hoya, situada a 1.800 metros, tenga nieve hasta mediados de marzo. Pero ahora el panorama es similar y los refugieros aseguraron que de continuar el clima como hasta ahora la nieve existente se derretirá en el mes de enero. "Si hoy subís desde el refugio a La Hoya hay apenas dos manchoncitos de nieve que durarán unos diez días", explicó Diego, encargado del refugio. Dijo que tienen preocupación por lo que pueda pasar en marzo con el agua, en caso de que no haya precipitaciones.
La mayoría de los refugios de montaña se ubican junto a lagunas, desde cuyos desagües se abastecen de agua. No obstante, si estos se secan deberán bombearla desde las lagunas. Por su parte los refugios López y Meiling (Tronador) se abastecen de vertientes y han llegado a instalar centenares de metros de manguera, para llegar hasta un arroyito.
Durante el mes de diciembre llovió muy poco y durante una veintena de días la temperatura se mantuvo por encima de los 20 grados, algo inusual para la zona. Ayer la temperatura orilló los treinta grados, una medida récord para el primer día del año. Esto hizo que la nieve caída durante el invierno se derrita en casi su totalidad.
Desde el Servicio Meteorológico Nacional se informó que los pronósticos para el verano indican que continuará el buen tiempo, con elevadas temperaturas y precipitaciones aisladas, lo que indica un clima cálido y seco. Sergio Barbagallo, quien trabaja en los refugios de montaña hace tres décadas, aseguró que "el deshielo es sorprendente y si el verano continua caluroso y seco modificará hábitos".
