NEUQUÉN (AN).- Dos mujeres que se humillan, otras dos que esperan a un hombre desconocido. El absurdo y el humor son los ingredientes que se mezclarán para poner en escena dos obras que traerá este fin de semana el grupo de Buenos Aires, Decime chica Almodovar. "Las fabricantes de tortas" y "Dos mujeres" se presentarán hoy y mañana, a partir de las 21, en Arpillera.
El grupo está integrado por las actrices Soledad Ayardi, Lorena Venegas y Malén Barón y el dramaturgo David Costas. Estas dos piezas son las primeras que pone en escena el grupo, que se formó a principios de 2008 en Buenos Aires. Para su estreno eligieron dos grandes autores argentinos Alejandro Urdapilleta y Javier Daulte, dos dramaturgias opuestas pero que se unen en su planteo femenino.
"Las fabricantes de tortas" de Urdapilleta es la historia de dos mujeres, una señora de la alta sociedad en decadencia y su empleada Marilú. La dueña de casa es altanera, realista y soberbia, mientras que su empleada es una chica sencilla, soñadora, pero con un costado oculto casi perverso. Ambas mujeres se trenzan en una pelea sutil, donde sobrevuelan el maltrato, las humillaciones, el intento de dominar a la otra, el límite desdibujado entre la locura y la cordura. Diálogos ácidos, teñidos por un humor cruel y desgarrador, que nace desde el absurdo total.
"Urdapilleta utiliza el absurdo para esta obra, nada tiene lógica en ese ir y venir de humillaciones y morbo. Es un juego que establecen estas mujeres muy extraño, tan extraño como ellas. Es una obra que se basa casi exclusivamente en el humor y el absurdo", explicó Malén Barón, una de las "chicas Almodóvar".
Cuando "Las fabricantes de tortas" baje el telón, dará paso a los personajes de "Dos Mujeres" de Daulte, una obra más psicológica pero que tampoco deja de lado el humor. Dos mujeres esperan la visita de un hombre desconocido que nunca llegará.
Sábado por la noche, las dos se preparan para el momento en que un hombre al que conocieron mediante un aviso de citas, toque el timbre. Mientras se maquillan y visten para la ocasión, comienzan los planteos sobre el hastío, la soledad, la rutina, los vínculos afectivos y la desesperación.
El entusiasmo domina la velada de estas dos mujeres, pero lentamente dará paso a los nervios, al boicot inconsciente del momento esperado y así comienza el conflicto entre ambas que degenera en situaciones tan cómicas como oscuras.
"Esta obra tiene un trasfondo psicológico bastante oscuro. Las mujeres esperan a un hombre que nunca entrará en la casa porque el boicot está planteado desde un principio. El porqué llegaron a eso hace de esta obra algo muy interesante", dijo la actriz.