En lugar de estar disfrutando del brillante momento deportivo por el regreso al título después de nueve temporadas, los responsables del equipo Honda afrontan un duro desafío puertas adentro. No debe ser fácil la tarea de Victor Rosso y Leo Monti, responsables desde hace 12 años de la gestión deportiva de Honda. Tienen que convencer a la marca para que acepte las reglas que entrarán en vigencia en el TC 2000.
A pesar de no haber sido anunciado oficialmente, la idea de un impulsor único parece irrevocable y los equipos ya cuentan con una muestra que les permite trabajar en el vano motor, adaptando los elementos periféricos a las medidas del elemento que proveerá Oreste Berta.
Este cambio radical en el formato histórico del TC2000, basado en la originalidad de los elementos de cada marca, sería solo de transición, ya que el proyecto contempla que en el futuro puedan convivir los motores originales de cada marca con los que provee la categoría, equiparando sus prestaciones para lograr un equilibrio lógico.
Esta dualidad podría entrar en vigencia previo estudio a partir de 2010, pero que pasará entonces con Honda. ¿Seguirá como particular y retomará la presencia oficial dentro de dos años?.
Hasta ahora, sólo hablaron los pilotos. José M. López señaló que seguirá junto al equipo, como oficial o privado. Mientras, Juan M. Silva aseguró que continuidad dependerá de la decisión de Honda, porque su intención es mantenerse en la marca. Caso contrario, estaría dispuesto a dejar la categoría.