La Argentina cerró el año con un histórico deterioro para sus principales activos, en especial los títulos soberanos y las acciones líderes, envuelta en una feroz crisis financiera internacional que se agravó aquí por conflictos políticos y económicos.

El dólar estadounidense cerró aquí el año en 3,47 pesos vendedor en casas de cambio y entidades financieras de la City porteña, donde el peso se devaluó 9,5% en el año, frente a una depreciación de 30,5 por ciento del real brasileño.

Un crac bursátil mundial, con epicentro en EE.UU., se expandió en el último trimestre hacia la economía real y sumió en una profunda recesión a las naciones desarrolladas, mientras hundió los mercados de América Latina.

El período estuvo signado por una vertiginosa escalada y posterior derrumbe del crudo, que abrió el año en 98 dólares y en junio llegó hasta 147 unidades el barril en Texas, pero que ayer se pactó en 39 dólares

El MERVAL, que ayer ganó 0,3 por ciento, cerró el año con un derrumbe de 49,8 por ciento, con fuertes pérdidas anuales para las empresas líderes. Tenaris cayó 48,4 por ciento desde el 28 de diciembre de 2007, Petrobrás se desplomó 77,6 por ciento, Pampa Holding retrocedió 60,2 por ciento, Banco Macro se derrumbó 46,7 por ciento. El MERVAL registró su mayor caída de los últimos 17 años, superando el histórico derrumbe de 1992, cuando retrocedió 46,75% en la Bolsa local, cuyo volumen operado en acciones se redujo drásticamente tras la nacionalización de los fondos de pensiones de las AFJP.