NEUQUÉN (AN y ACE)- Una pareja de asaltantes robó ayer una agencia de quiniela ubicada en Linares 550 de esta capital, y se alzó con un botín de 4.000 pesos entre la recaudación del negocio y el efectivo que tenían los clientes que se encontraban en ese momento.

Según informaron fuentes policiales, el hecho ocurrió ayer pasadas las 18 y hasta anoche no habían podido dar con los autores, que se movilizarían en una motocicleta.

Los sujetos ingresaron al local con armas de puño. No tenían capuchas, pero ocultaban parcialmente sus rostros con gorras y anteojos oscuros.

Redujeron a la dueña y los cuatro o cinco clientes que se encontraban en ese momento. Exigieron el dinero bajo amenazas, pero según las fuentes no golpearon a nadie.

La propietaria de la agencia de quiniela les entregó lo que había recaudado hasta ese momento; según la denuncia el monto ascendió a 2.500 pesos.

Mientras uno de los ladrones tomaba ese dinero, el otro le exigía a los clientes que vaciaran sus bolsillos. Así obtuvieron 1.500 pesos más.

En pocos minutos los sujetos desaparecieron del lugar. Al parecer nadie los vio escapar, pero los damnificados declararon a la policía que les pareció escuchar el sonido de una motocicleta.

En otro hecho ocurrido en Centenario, dos parejas que simulaban ir a comprar a un comercio multirubro de esa localidad se llevaron más de 2.000 pesos y el cambio de la caja.

Se trata de un negocio que es video, kiosco y servicio de cabinas, entre otros rubros, que funciona en Perú y Honduras de Centenario.

De acuerdo a lo que informó la empleada del lugar, alrededor del mediodía dos parejas, una de ellas con un niño, ingresaron al local y preguntaron por varios artículos.

La maniobra sirvió de distracción para la dependiente, que no se percató que en algún momento uno de los integrantes del grupo abrió la caja y se llevó el dinero y el cambio.

Según dijo la encargada, en la caja tenían separado unos 2.000 pesos para el pago del proveedor de cigarrillos, y esta plata fue el dinero más abultado del hurto; además de varias tarjetas de teléfonos de las firmas Movistar y Claro.

Ambas parejas desaparecieron rápidamente del lugar, y el operativo que montó la policía no dio resultados.