JUNÍN DE LOS ANDES (ASM).- Una insólita "broma" del Día de los Santos Inocentes le provocó un disgusto a la víctima y podría costarle caro al bromista, sobre quien se inició una causa penal por hurto.

La chanza consistió en desvalijarle la casa, sin mediar violencia. Pero, para enredar las cosas, el victimario resultó ser nada menos que el patrón del escogido para la celebración propiciatoria, que en rigor nada tiene que ver en su origen histórico con motivos para bromas de mal gusto.

El 28 de diciembre se recuerda la bíblica matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes para acabarcon la vida de un bebé que también era tenido por futuro rey y mesías: Jesús de Nazaret.

Sin embargo, el llamado Día de los Inocentes ha derivado en una celebración del mundo occidental, en la que se apunta a burlar a un persona haciéndole creer algún embuste, para culminar la charada con una conocida sentencia: ¡que la inocencia te valga! Y eso fue lo que escuchó al otro día el atribulado empleado de un comercio local -cuyo nombre se mantuvo en reserva en fuentes policiales-, cuando se enteró que la broma había llegado a su fin, gastada nada menos que por su jefe y empleador.

Los hechos

A las 0:25 del domingo, un vecino de la calle Coronel Suárez llamó a la Policía para denunciar un hurto en su vivienda. Al llegar los agentes comprobaron que no había signos de violencia, tales como el forzamiento de puertas o ventanas o enseres desperdigados en la casa. Pero el hombre insistía en que le habían sustraído un televisor de 21 pulgadas, una cámara digital, un maletín con diversa documentación, 10.000 pesos chilenos y otros 7.000 en moneda nacional.

Ante el tenor de la denuncia se iniciaron los mecanismos administrativos, investigativos y judiciales propios de esa circunstancia. Así, se dio intervención al juzgado de Instrucción de la Cuarta Circunscripción Judicial, que abrió una causa por hurto, al tiempo que se tomaba la denuncia y se disponían las pericias pertinentes.

El denunciante, visiblemente afectado, hizo su declaración.

Pero el caso es que, al día siguiente, lunes, en medio de las pesquisas ya iniciadas y ante un curioso dato que llegó a oídos de la jefatura de la policía local, el propio denunciante reveló que había sido víctima de una "inocentada".

Dijo que por la noche del mismo domingo, a casi 20 horas del episodio, el "autor" del hurto se reveló a sí mismo confesándole que todo había sido una broma del Día de los Inocentes.

Cuando se le preguntó por qué no había informado de inmediato a la Policía, el hombre dijo, compungido, que no sabía cómo explicar el asunto. Como fuere, las fuentes policiales dijeron a este diario que, con broma o sin ella, la denuncia por hurto no puede volver atrás habiéndose iniciado una causa judicial, por lo que las actuaciones seguirán su curso a criterio del magistrado interviniente. No se descarta que, en las próximas horas, el "bromista" sea llamado a declarar.