RÍO COLORADO (ARC)- Con la multiplicación de aves que llegan para poblar los cuencos de agua del Parque Laguna, el ecosistema natural que se está conformando sigue sumando eslabones que le otorgan una estética tan particular como atractiva.

La última incorporación fueron cinco cisnes cuello negro que recorren toda la superficie acuática con un andar suave y elegante.

Su presencia ha despertado un notable interés y curiosidad en los vecinos y transeúntes, grandes y chicos, que se acercan para observarlos más detenidamente.

Usualmente se les acoplan decenas de patos y sus crías que dibujan llamativos circuitos en el agua.

Los juncos que se dejaron crecer en un ángulo de la laguna, les sirven de refugio por si en algún momento se encuentran en peligro, aunque afortunadamente no ha existido ataques de ningún tipo hacia los vistosos visitantes.

La presencia de peces, batracios, flora y fauna subacuática completan este ecosistema natural en el medio de la ciudad, que le ha brindado un hábitat confortable y seguro, y no se descarta que continúen llegando nuevos visitantes.

El Parque Laguna consta de dos grandes cuencos de agua que fueron construidos especialmente por el hombre para desagotar un sector de la ciudad que se anegaba con lluvias de mediana intensidad.

Se realizó en un lugar donde antiguamente existía una laguna natural, que luego fue obstruida con escombros y desechos.

Con este cambio se recuperó un espacio ganado por el abandono, que fue ocupado por este paseo que si bien está en formación, ya muestra una postal distinta de Río Colorado.

Por la noche, el espejo de agua salpicado de estrellas devuelve una imagen mágica, interrumpida por el paso de las aves que también disfrutan del lugar en horas nocturnas.

Restaría colocar algunos bancos alrededor del paseo, dado que una considerable cantidad de personas se dan cita al lugar aunque no encuentra puntos de descanso, sin dudas un tema que deberá estar en los planes de las autoridades comunales.