Martes 30 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 41 > Deportes
Antes lo cargaban, hoy lo alaban

De niño no podían mantenerlo quieto, le diagnosticaron desorden de hiperactividad, era flaco, de orejas prominentes, fácil blanco de las "cargadas", propenso a los berrinches y llorisqueos, y aprendió a nadar para sosegar su asma. Hoy es considerado el mejor deportista del año, después de haber ganado en los últimos Juegos Olímpicos nada menos que ocho medallas doradas.

La historia deportiva de Michael Phelps es la más maravillosa que se haya contado en este 2008. El nadador americano fue por lejos el mejor deportista del 2008, a pesar de los enormes "esfuerzos" que hicieron "monstruos" como Usain Bolt o Rafael Nadal por eclipsarlo. Phelps rompió la marca legendaria de Mark Spitz (Munich 1972), de siete medallas de oro en unos juegos, y provocó el estupor del mundo entero al destrozar nada menos que siete records mundiales.

"Estoy ahora consciente de algunos logros, pero no de otros", dijo recientemente en uno de los tantos homenajes que le dispensaron. "Sólo he seguido este camino durante mucho tiempo y no he tenido tiempo para sentarme y pensar realmente en lo que ocurrió a mediados del año y en todo el 2008", confesó el deportista que más veces escaló hasta lo más alto del podio en citas olímpicas: 14 veces, con apenas 23 años de edad.

Cuando su compatriota Spitz hizo lo que hizo en el ´72, los expertos sentenciaron que no habría ser humano capaz de superar tamaña proeza. Sin embargo, "MP" logró amenazar ese registro en Atenas 2004. En la ocasión, consiguió seis oros y dos bronces en las ocho pruebas en las que se inscribió.

Tres años más tarde, volvería a sorprender al planeta al colgarse siete preseas doradas en el Mundial de Melbourne. La mejor antesala a Pekín.

En China dominó las ocho pruebas en las que tomó la salida y estableció, de paso, siete records planetarios. Su séptima medalla, la que le permitía igualar a Spitz, la consiguió con polémica, tras batir por una centésima de segundo al serbio Milorad Cavic, una diferencia que las imágenes no lograron determinar taxativamente.

Así y todo, Spitz le rindió pleitesía ese mismo día: "Este tipo no es sólo el más grande nadador de la historia, o el mayor deportista olímpico... Es el mejor atleta de todos los tiempos", lo elogió sin medias tintas.

Hoy dicen que está algo gordo, que su afición por los chocolates lo ha tornado más lento e incluso él mismo reconoce que no está en su mejor forma. Claro, nada impedirá que Phelps, ese que comenzó a nadar para combatir el asma, sea la gran estrella del mundial de Roma ´09. Los records ya tiemblan.

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