La temporada del turf regional que acaba de finalizar quedó dividida en dos partes: la primera con un primer semestre con expectativas, hasta el accidente que le costó la vida al jockey Sebastián Cares y la otra, la de los "clausura", con un público que sintió el impacto y con la mayoría de los clubes tratando hacer carreras a toda costa con resultados que en algunos casos fueron catastróficos.

Diciembre resultó el mes más "pesado" para la concreción de reuniones: no sólo por el calor (se llegó a correr con 37º), sino porque los bolsillos pidieron una "pausa" a gritos. De todas maneras, el crédito sigue abierto para el año que viene.

Son varias las pollas de potrillos que andan circulando y todo indica que puede ser la temporada de la "renovación" del parque caballar de la zona. El gran desafío será un consenso en el calendario, tarea reservada a los dirigentes de los clubes.