Lunes 29 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 19 > Policiales y Judiciales
Violento asalto a una familia de productores
Fue reducida por tres ladrones. Al dueño de casa le dieron culatazos en la cabeza. En delincuente quería cortarle un dedo porque no podía sacarle un anillo.

CIPOLLETTI (AC).- "Cortale los dedos, metele" fue una de la amenazas del jefe de una banda de cinco hombres armados con revólveres y pistolas y con rostros cubiertos, cuando uno de ellos no podía sacar los anillos de los dedos por el nerviosismo de las víctimas, que el sábado a las 22:30 copó la casa de Héctor Martínez y lo redujo junto a su esposa y una de sus hijas. La casa se encuentra en un amplio predio de producciones donde también se ubica el chalet de sus padres y la planta de empaque familiar.

A Martínez, sólo por un ademán un poco inesperado pues nadie opuso resistencia, le provocaron cortes en la cabeza con culatazos, y tuvo que ser atendido y suturado en el hospital, aunque ayer ya se había recuperado pero mostraba vendajes.

La chacra y las casas tienen su ingreso único para vehículos por calle Vélez Sársfield, que corre paralela a la ruta Chica, a unos mil metros al este del cruce con la Avenida de Circunvalación.

A metros de ese acceso están la planta de empaque y el chalet de Amador Martínez, y su esposa Emilia, y a unos 200 metros al norte se levanta la casa de los damnificados por el tremendo episodio del sábado, uno más de los que se han desencadenado en los últimos tiempos en Cipolletti.

Los malvivientes entraron al predio caminando y rompiendo un sector de la alambrada perimetral posterior. Ni un fiel perro Labrador se percató de su presencia porque no ladró, salvo cuando ya los tenía encima y al lado de la puerta. "Le dieron algo", dijo una integrante de la familia.

La odisea comenzó cuando pasadas las 22:30 entraron a la casa tres sujetos, armados, todos de negro, rostros cubiertos y con lentes oscuros. "Yo estaba de espaldas a la puerta. Mi esposa vio que algo pasada pero no dieron tiempo a nada. Abrieron, se metieron y porque me dí vuelta de golpe, la emprendieron a culatazos en mi cabeza", dijo Héctor Martínez. Su esposa contó que no la maltrataron, ni a una de sus hijas, de 25 años. La restante no estaba en la casa.

En los testimonios de la pesquisa que lleva a cabo la comisaría Cuarta bajo la supervisión del secretario del juzgado de María García García, Santiago Márquez Gauna, figura que buscando alhajas, el que parecía jefe le dijo a un cómplice: "Dale, metele, cortale los dedos", porque no podían sacar los anillos del matrimonio.

Todo duró unos 20 minutos. Con dos afuera, vigilando y robando elementos de un auto, tres de la banda preguntaban por plata y todo lo de valor. "Yo les dije que les daba la tarjeta del banco y la clave para que vean que no hay plata. Acá no se maneja dinero", relató la mujer de Héctor.

Los maleantes tiraron al piso al matrimonio, a Héctor Martínez lo ataron con su propio cinturón y con soga a su esposa, y con la hija de rehén comenzaron a revisar la casa. Del dormitorio sacaron cadenitas y algún reloj, aunque también formaron parte del botín los anillos, varios celulares, minicomponentes, radios, un DVD, una cámara fotográfica digital y unos mil pesos en efectivo, aparte del estéreo de un auto.

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