Lunes 29 de Diciembre de 2008 Edicion impresa pag. 16 > Internacionales
Israel acentuó los ataques aéreos y prepara una ofensiva terrestre
Ayer ya había por lo menos 300 palestinos muertos. Fuertes reclamos para que cesen los ataques.

GAZA/JERUSALÉN.- La peor ofensiva israelí contra la Franja de Gaza en más de 40 años dejó ya un saldo de al menos 300 muertos y 1.000 heridos, en tanto que el gobierno hebreo ultima los preparativos para ampliar la operación aérea lanzada este sábado con un ataque por tierra.

Por primera vez desde la Guerra de Líbano en el verano boreal del 2006, el gobierno israelí aprobó ayer un plan para movilizar a 6.500 reservistas. También tanques y unidades de infantería se dirigen hacia el territorio palestino.

Medios israelíes informaron que el gobierno también aprobó el estatus de "situación especial" para las comunidades vecinas a la Franja de Gaza, lo que permite, por ejemplo, que las autoridades locales reciban la orden de cerrar fábricas o mantener a la población en sus hogares.

A pesar de los numerosos llamamientos de la comunidad internacional para poner fin de inmediato a la violencia, ayer continuaron tanto los bombardeos aéreos israelíes como el lanzamiento de cohetes palestinos contra suelo hebreo.

Según la policía israelí, ayer cayeron unos 40 proyectiles en Israel. Dos de ellos hicieron blanco en el sur de la ciudad portuaria de Ashdod, a unos 30 kilómetros de la frontera norte de la Franja. Es el objetivo más lejano alcanzado por los cohetes palestinos.

Por su parte, la aviación israelí alcanzó según testigos la sede del gobierno de la organización islamista Hamas en la ciudad de Gaza, que resultó seriamente dañada. Anoche también atacaban la Universidad Islámica. Un edificio en el campus femenino del complejo universitario que incluye laboratorios químicos fue completamente destruido.

Los bombardeos se dirigieron también contra el complejo de prisiones de Al Saraja, donde también se encuentran varios edificios de Hamas.

Los ataques israelíes ampliaron además su rango de acción a la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto, donde fueron bombardeados unos 40 túneles utilizados para el contrabando transfronterizo. Al menos dos personas murieron y otras 22 resultaron heridas en esta operación, según fuentes sanitarias.

Testigos citados por la emisora Al Arabiya indicaron además que los misiles abrieron un boquete en el muro fronterizo en Rafah, lo que llevó a cientos de palestinos, niños y mujeres incluidos, a pelearse por pasar al país vecino. La policía egipcia abrió fuego y contuvo la estampida, según las fuentes.

El presidente palestino, Mahmoud Abbas, responsabilizó en parte a Hamas de los ataques: "Nosotros les recomendamos insistentemente que no finalizaran la tregua con Israel", dijo Abbas durante una rueda de prensa en El Cairo. "Todo esto podría haberse evitado".

Entre tanto, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, advirtió a la población de su país de que la operación militar contra objetivos de la organización radical islamista Hamas en la Franja de Gaza será larga, por lo que pidió paciencia, decisión y resistencia.

En Nueva York, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exigió el fin inmediato de todas las operaciones militares en la Franja de Gaza, tras una sesión de urgencia convocada por Libia que se prolongó cuatro horas.

Los 15 representantes del Consejo no lograron acordar una condena explícita a los ataques aéreos israelíes sobre la Franja. Israel defendió su actuación con una carta dirigida al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y a los miembros del Consejo de Seguridad.

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