CIPOLLETTI (AC).- Una madrugada con tiros, duelos de bandas antagónicas, intervención policial, heridos entre malvivientes y agresiones a los uniformados, secuestros de armas y balas, detenidos, anuncios de "vendettas" y la llegada del grupo BORA para patrullar por tiempo indeterminado el sector, son los ingredientes de un enfrentamiento registrado ayer desde las cinco en el segmento sur -Toma 4- del barrio Anai Mapu, y se extendió hacia el paraje El Treinta y aledaños.
Hay un herido de bala, de apellido Arratia, al parecer partícipe de este "duelo de madrugada" entre grupos enfrentados por viejas reyertas, con un proyectil que le interesó el pecho y ayer seguía, previa intervención quirúrgica, en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital en estado reservado. El policía lesionado de un piedrazo es de la unidad 79 de las 1.200 Viviendas a cargo del subcomisario José Loncomay, quien tiene a su cargo también el conflictivo Mapu.
Las comisiones de la unidad 79 detuvieron a cinco personas -cuatro mayores y un menor de 17- secuestró un auto, una camioneta, cinco escopetas recortadas (dos "tumberas") y dos revólveres, ambos con munición llena y caño "servido" para percutar.
Los vecinos del Anai Mapu, en especial los que viven en la periferia norte, tenían temor, pese a estar acostumbrados a problemas. "Esto es una guerra. Tiros de todo tipo, gritos, gente que corría, que además se tiraba con ladrillos y piedras", contó Josefina, una habitante del asentamiento, ya cansada de tanta intranquilidad. "No todos son chicos malos pero así no se puede vivir. Y mire que soporté mucho estos líos", reflexionó. "Váyase que esto es peligroso", le pidió al periodista.
En el primer enfrentamiento a tiros, que comenzó alrededor de las 5 con gritos y amenazas de muerte, fue entre unas quince personas, siete de un lado y ocho del otro.
"Se las habían jurado. Estaban saldando cuentas viejas y nuevas. Muchos de ellos vienen de la cárcel de Roca. No son nenes de pecho", contó Anselmo, otro hombre que en una oportunidad anduvo cerca de la dirigencia del barrio.
Todo se desencadenó en la llamada "Toma 4", detrás de la última línea de casas típicas del barrio al que se accede por Circunvalación, y de las moradas que también fueron una toma años atrás.
Volvieron los disparos
En ese intercambio de balazos cayó -trascendió- Arratia, pero a las 8 de la mañana recrudecieron los hechos, porque la policía, aún con refuerzos, era repelida y no podía llegar al foco del encontronazo, y no se quería disparar -salvo al aire o balas de salva- para no poner en riesgo la vida de inocentes.
Desde las 8, más tiros y ahora sí los vecinos se refugiaron a plena luz del día, en sus casas. La superioridad de los uniformados hizo que los grupos se replegasen y uno, supuestamente el más duro, en una Estanciera color rojo huyó con dos escopetas recortadas y muchas balas hacia El Treinta.
La policía los interceptó, hubo más balazos, y dos de los presuntos sujetos con antecedentes delictivos quedaron presos. Luego cayeron dos más aparte del herido Arratia.
De cara a la situación imperante, la jefatura del Distrito Cipolletti de la Policía reclamó de manera urgente la presencia del grupo especial BORA, que estuvo llegando desde el mediodía y ya patrulla el lugar.