NEUQUÉN (AN).- El gobierno provincial elabora un proyecto de ley para crear el Servicio Penitenciario Provincial que no dependerá de la policía pero estará bajo la órbita del ministerio de Seguridad.
El nuevo sistema permitirá que quien detenga al delincuente no sea el mismo que lo cuide cuando esté tras las rejas y se pueda trabajar en la reinserción social del interno.
El borrador será enviado a la Legislatura a principios de 2009 y se especula que sea aprobado en marzo próximo para que en julio el nuevo sistema carcelario esté en funciones.
En la actualidad el sistema carcelario neuquino cuenta siete unidades de detención además de las dependencias policiales y se sumó recientemente la cárcel de Senillosa, con 600 plazas, para dar una respuesta concreta frente al constante crecimiento que viene teniendo la población penal.
El nuevo proyecto en el cual trabaja el ministro de Seguridad, César Pérez, junto con autoridades policiales y un grupo de asesores trata sobre una separación radical con la policía por lo que el Servicio Penitencia tendrá presupuesto y administración propia, y arrancará con unos 700 agentes, que ya están en funciones, ni bien la propuesta oficial vea la luz.
De acuerdo a las especulaciones oficiales, el proyecto será elevado a la Legislatura en los primeros meses del próximo año pero se sabe que recién en marzo, cuando estén todos los diputados reincorporados a sus funciones, tendría posibilidades ciertas de ser tratado en el recinto.
De no mediar demora alguna el sistema se convertiría en ley y con la reglamentación lista recién en julio se iniciaría su instrumentación, fecha para la cual está previsto se comience con el traslado de internos al nuevo penal de Senillosa.
Esa cárcel que tiene un total de 24 hectáreas cuenta con espacio para albergar a unos 600 reclusos. Si bien el penal ya está en manos del Gobierno por estas horas se trabaja en un aprendizaje respecto de la utilización del espacio.
La incorporación de detenidos está prevista se realice en forma progresiva para poder adaptar a los reos al nuevo espacio y evitar que una ocupación masiva del penal pueda llegar a derivar en un motín.
Es por esos que los traslados de presos serán en tandas y en la medida que se compruebe que todo avanza conforme a lo esperado se irán trayendo a nuevos reclusos.
De acuerdo a la previsiones oficiales, la cárcel de Senillosa sólo estará habitada por condenados, los procesados serán destinados a la Unidad de Detención Nº 11 del Parque Industrial y en las comisaría permanecerán, por no más de 10 días, los demorados hasta que se resuelva su situación.