VIEDMA (AV)- Las demoras en aplicar el escalafón es tomada como una circunstancia preocupante entre el personal más antiguo de la administración pública, que ve relativizada su proyección. Un indicador de lo que se vive es un documento que se circula por las oficinas centrales y del interior de la provincia. El objetivo es buscar adhesiones de un millar de agentes. La propuesta será elevada al vicegobernador Bautista Mendioroz, apuntando a impulsar en el Parlamento un tratamiento de excepción para aplicar un mecanismo de promoción automática.
El diagnóstico hace un crudo balance de la realidad que atraviesan, especialmente aquellos enrolados en la ley 1.844. Se plantea que el desfinanciamiento del Estado acarrea un "resentimiento" en el congelamiento de la carrera administrativa, así como también se registró la disminución de los salarios, pagos fuera de término y cancelación de deudas en bonos y tickets.
En el año 2000 se aprobó un nuevo estatuto bajo la ley 3.487. Una de las conclusiones de la investigación es que el artículo 58 derogó el escalafón para los empleados. Sin embargo, se advirtió que habiendo transcurrido ocho años de su sanción, no se ve la voluntad de reglamentar las modificaciones.
Con ese criterio, se evaluó como perjudicial para los agentes que en esa situación no puedan recuperar el derecho que les asiste con respecto a la carrera.
Paralelamente, se interpretó que de acuerdo con el tenor de la redacción de ese artículo hay dos estatutos pero sin escalafón.
El estudio incorporó los efectos adversos que causa la aplicación del nuevo Régimen Retributivo Transitorio establecido por la ley 3.959. El articulado le otorga al Poder Ejecutivo la facultad de establecer valores de asignación básica, así como disponer de adicionales y suplementos ligados a la carrera administrativa del agente transitorio. Frente a estos desequilibrios, se llegó a la conclusión de que el artículo 5° permite a los contratados que puedan ser ascendidos en forma automática.
Las evaluaciones dan cuenta de que existe un estancamiento en los empleados de planta permanente quienes no pueden alcanzar las categorías de supervisión en virtud de que no existen concursos desde 1990. La mayoría de los afectados pertenecen a tramos con casi 30 años de servicio, quienes dentro de un tiempo estarán en condiciones de ingresar a la categoría de pasivos, y que de continuar en esa situación; en un futuro podrían caer en el riesgo de obtener un haber jubilatorio mínimo.