SAN FRANCISCO (AP).- Recientemente, Todd Pierce hizo una apuesta arriesgada que pudo haber puesto en riesgo incluso su empleo. A fin de satisfacer las necesidades informáticas de 16.300 empleados y contratistas en Genentech Inc., Pierce corrió el riesgo y decidió no depender totalmente de los programas empresariales de Microsoft, IBM u otro proveedor tradicional, un modelo convencional en el que la empresa compradora se convierte en propietaria de licencias de uso.
En vez de eso, Pierce, quien es director de tecnología de Genentech Inc., decidió arrendar esos productos indispensables a Google Inc.
Google, el gigante de la búsqueda de información y de la publicidad en internet, se haría cargo del sistema de correo electrónico de Genentech, así como de los programas usados en la oficina, como el procesador de palabras, la hoja de cálculo y el calendario, y haría todo eso mediante una conexión on-line, una estrategia novedosa llamada "computación en nube".
La decisión ha convertido a Genentech, pionera de la biotecnología, en un conejillo de Indias para Google y otros servicios alternativos de software que tratan de convencer a los escépticos ejecutivos de las corporaciones de que la "nube" es un concepto válido y conveniente. En el proceso, Google Inc. espera quitarle ingresos a Microsoft Corp. y rebasar a su rival acérrima en la lucha por apoderarse del control de los programas más usados en cómputo.
El director general de Genentech, Arthur Levinson, forma parte del consejo directivo de Google, pero Pierce insiste en que esos nexos no fueron el motivo principal para la transición a la computación en nube. "Uno no quiere quedarse atrapado en el pasado", dijo Pierce, director general de informática en Genentech.