Mientras gira a ritmo de vértigo la crisis financiera mundial -lo que permite verificar pronto quién acierta y quién se equivoca-, en la Argentina siguen los ánimos crispados, aunque no con el alcance explosivo que tuvo durante el conflicto con el campo y que malogró la resolución 125 del Ejecutivo.
El gobierno, atontado hace unos meses, tomó medidas pro activas muy criticadas y pasó airoso la prueba de fin de año: el consumo navideño no acusó el impacto de los que pronosticaban la llegada de aires recesivos. Eso abre interrogantes para la renovación legislativa de octubre del 2009 que, en principio, no le sonríe a los K.
Pese a los esfuerzos de la Iglesia y del vicepresidente Julio Cobos -al que el kirchnerismo, con acritud, y buena parte de la sociedad, con esperanza, observan parado como opositor-, no se atiende el sano propósito de oírse y respetarse los unos a los otros.
Eduardo Duhalde, el dirigente que posibilitó el ascenso de Néstor Kirchner y que había prometido marginarse de la política militante, salió a cobrarse los desaires a los que lo sometió el patagónico: tildó de "incompetente" la gestión de la presidenta Cristina Fernández y aseguró que Kirchner "ejerce un liderazgo tóxico, basado en el dinero".
Asesores del vicepresidente Cobos -elogiado por su "ductilidad" en "el tendido de puentes" que K se encarga de "dinamitar"- aseguraron a este diario que no tomó contacto directo con Duhalde pero sí con su esposa, la senadora Hilda "Chiche" González, con la que coincidió en "construir" hacia el futuro.
Duhalde es un reconocido tiempista que no se priva de dar pasos en falso. Le ocurrió cuando, en plena guerra gaucha, recorrió el país con su movimiento productivo anti-K. Cosechó entonces numerosas adhesiones, que fue perdiendo luego según subiera o bajara el barrilete kirchnerista. Así, por ejemplo, vio pasarse de bando al ex gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, uno de los que posibilitó el plan anticrisis que fue aprobado en el Congreso. Hubo dispersión en las filas oficialistas pero no otra 125. Y en resumen, pese al paro de las rebeladas entidades agrupadas en la mesa de enlace agropecuaria, la Argentina exportó más soja que durante el 2007.
Resta saber si Duhalde se decidirá por volver y "conducir" a la oposición o limitarse a bendecir candidatos, entre los que excluye expresamente a Elisa Carrió, la líder de la Coalición Cívica, segunda en cantidad de votos en las últimas presidenciales. El "Padrino" de Kirchner habla bien de Cobos, Felipe Solá, Hermes Binner y Mauricio Macri. Del peronismo, para sembrar cizaña entre los K, rescata a los gobernadores Juan Urtubey, de Salta, Jorge Capitanich, de Chaco, y Daniel Scioli, de la provincia de Buenos Aires.
En el gobierno, furioso con dirigentes como Hugo Biolcati, Eduardo Buzzi y Alfredo De Angeli, dicen que Cristina "levantó mucho en medio de agresiones demenciales" y admiten que los arrebatos de Kirchner beneficiaron a un Cobos que siempre se presenta moderado y con vocación por el diálogo.
Los Kirchner no aceptan reunirse con Carrió, quien denunció penalmente a Néstor como jefe de una asociación ilícita, y tratan de sacar de la cancha al vicepresidente Cobos.
"No pido lo renuncia de Cobos -aclara ante el cronista el senador Miguel Pichetto-, pero pienso que si quiere construir una alternativa diferente por fuera de esta administración se tendría que ir. Su actitud no cierra en un país serio y democrático".
Las conversaciones en el arco que objeta al gobierno -algunos por el fondo, otros por las formas- se prolongarán durante todo el verano.
La balanza se desnivelará con el devenir económico. ¿Qué pasará con el empleo, los salarios, el nivel de actividad económica? La revista inglesa "The Economist", de tendencia conservadora, auguró un crecimiento del 2,2%, lo que para la Argentina significaría poder mantenerse a flote cuando la marea hará bajar a las embarcaciones de las naciones más poderosas.
Las elecciones, en este contexto, tendrán un cariz provincial. Los kirchneristas preferirían que Duhalde influyera sólo colateralmente, pero no es ése el ánimo de los que hoy están urgidos por correr del centro de la escena al matrimonio presidencial.
En la Rosada son conscientes de los errores. Sin embargo, hacen notar el esfuerzo de la presidenta por mostrarse menos arrogante y más conciliadora. En tal sentido, apuntan sus contactos con el cardenal Jorge Bergoglio y la normalización de relaciones con el Vaticano.
¿No opaca Kirchner a Cristina, no la devalúa?, quiso saber "Río Negro".
"Es el jefe político el que diseñó este proyecto. Ése es un dato de la realidad, pero Cristina es la presidenta institucional", contestó uno de los que trabaja para que el kirchnerismo haga una elección "decorosa" en el 2009.
Sergio Massa, el ministro coordinador, se resiste a ser candidato a diputado por el Frente para la Victoria por la provincia de Buenos Aires. Como buen político en ascenso, no desecha esa posibilidad. En tren de especular se le escuchó decir: "Ganaría, salvo que se junten todos contra nosotros y nos enfrente una lista conformada por (Margarita) Stolbizer, (Felipe) Solá y (Francisco) de Narváez".
ARNALDO PAGANETTI
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