NEUQUÉN (AN).- En el último semestre y tras la rehabilitación de la eutanasia canina, la dirección de Zoonosis y Vectores sacrificó una decena de perros identificados como mordedores. A estos casos se sumaron más de 80 canes que siguieron el mismo destino por padecer distintos tipos de enfermedades.

La ordenanza que marcó el regreso de la eutanasia animal a la ciudad entró en vigencia el pasado 13 de junio, y sólo una semana más tarde se produjo el primer sacrificio. En los seis meses que transcurrieron desde entonces la comuna aplicó la norma a diez perros que fueron llevados por sus propios dueños y con certificados de veterinarios en los que se comprobaba la peligrosidad del animal.

"A esos casos se suman otros 80 que sacrificamos porque tenían distintas enfermedades y que no salen de la cantidad que normalmente se dan todos los años", aseguró el Jefe de División de Zoonosis y Vectores, Roberto Estrada. El funcionario destacó que "por suerte no tuvimos ningún caso de un perro que hayamos tenido que matar por morder a alguien, porque el único caso que tuvimos, que llegó a Zoonosis por haber mordido a un nene en la cara, falleció sólo porque estaba enfermo".

Estrada advirtió que "lo más llamativo en este tiempo fue la cantidad de gente que quiso que le matemos el perro diciendo que era peligroso cuando en realidad lo que pasaba era que no lo querían tener más" y señaló que "en esos casos filtramos bien la información y analizamos el caso porque hay gente que cree que como su perro se pelea con otro perro es peligroso y en realidad la ordenanza sólo contempla que sea agresivo con las personas".

El funcionario destacó que "que en este año no se hayan dado casos de agresiones graves también tiene que ver con esta ordenanza porque la gente sabe que si su perro anda suelto y muerde a alguien puede ser sacrificado y por eso los han cuidados".

A pesar de que la normativa contempla un plan integral de capturas, adopciones y esterilizaciones, la crisis económica y las medidas de fuerza impidieron al municipio culminar los 70 caniles que comenzaron a construirse a principio de año.

"Lamentablemente sólo se terminaron un par que son los que usa una asociación protectora para dar perros en adopción", aseguró el subsecretario de Calidad Ambiental, Carlos Roca.

El funcionario municipal explicó que "los nuevos caniles son más cómodos para los perros y vamos a tener que esperar varios meses para ver si se los puede terminar".

La puesta en marcha de la nueva y polémica ordenanza, que reinstauró también la captura de canes callejeros, derivó en una saturación de los caniles ya que según indicó Roca "la perrera captura los perros que andan sueltos pero como se incrementó la multa que los dueños deben pagar para recuperarlo, ahora nadie va a buscarlo y sólo devolvemos los que tienen chip".