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El trueque es el camino seguro para mucha gente | ||
2.500 personas por semana pasan por el club de la comarca Viedma-Patagones. Producir es la clave para el trueque, que en tiempos de crisis suma protagonistas. | ||
VIEDMA (AV).-Alexander es un bebé que usa un "cochecito" para deambular porque aún no aprendió a dar los primeros pasos. Cuando crezca su mamá seguramente le contará que a veces volvía a su domicilio con él a "upa", desde el Club del Trueque. Al carrito lo llenaba con paquetes de fideos, botellas de aceite y verduras. Por ese entonces, es decir hoy, 2.500 personas por semana pagan tributo a la existencia sin necesidad de tener que recurrir al dinero. El club que los cobija en la Comarca Viedma-Patagones se llama "Globito Azul". Lleva el nombre de un jardín maternal del barrio Parque Independencia. Cuando sus impulsores Luis Pinta, Nelson "Pepe" Fernández trajeron la idea; nunca imaginaron que llegarían tan lejos en el reconocimiento de que la solidaridad es un verdadero ejemplo. A 11 años de ese acontecimiento, pasaron 700.000 personas cubriendo lo básico mediante el funcionamiento de siete "nodos" (sucursales). Comprende a lugares cedidos gratuitamente por juntas vecinales, el gremio Unter y organizaciones no gubernamentales del paraje El Juncal, la localidad de San Javier y Carmen de Patagones. La experiencia adquirida permitió aceitar los mecanismos y que la filosofía de producir y consumir se cumpla de la mejor manera posible. Sus coordinadores no tienen problemas en mostrar las planillas que permiten corroborar la realidad: el que trae un tejido se va con verdura, y el verdulero -y su familia- salen vestidos de pies a cabeza. A lo sumo, las que dejan de ganar son las tiendas de ropas. Los "nodos" contabilizaron una concurrencia semanal de 2.500 personas en promedio, según el libro de egresos e ingresos. La moneda de cambio son los "créditos". Conviven de todos los colores. El amarillo vale un peso, el azul dos, el rosado cinco, el verde 10 y el blanco 20 pesos. Todo está preparado para que el clima sea de una casi perfecta coexistencia. Al finalizar la jornada, los coordinadores designan a las personas que limpian los salones y se les abona por sus servicios entre 70 y 100 créditos. Así, se les facilita la adquisición de los productos de primera necesidad. El lema es que los socios se conviertan en verdaderos "prosumidores", y de esa manera sentirse útiles a la sociedad. Esa es la primer idea que se le inculca para no darse por vencido en la lucha cotidiana cuando la crisis causa estragos; afirmó José Sanler, un coordinador que se mantiene en pie desde el principio. Esta cadena intentó crear espacios similares en Los Menucos, Maquinchao, Sierra Colorada, Valcheta, Villalonga, Stroeder y Bahía Blanca. Si bien no se consiguió consolidarlos, se sembró la semilla mediante tareas de asesoramiento. Junto con Sanler comparten las tareas de control en el "Globito Azul", los colaboradores Ercilia Insúa de Tassara, María Oria, Paola Denet, Graciela Millapán y Raúl Ralinqueo. Los coordinadores explicaron a "Río Negro" que los momentos difíciles acercan a la gente y estamos en pleno apogeo. Nos enorgullece que hayamos podido brindar nuestro apoyo sin solicitar nada a cambio, y nos sentimos agradecidos de haberlo podido hacer solidariamente". El equipo de trabajo trata de mejorar diariamente el mecanismo de ida y vuelta y entre otras cosas se proponen poner límites a los precios. | ||
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