NEUQUÉN (AN).- La existencia de picadas en la zona de la Plaza de las Banderas de esta ciudad fueron "blanqueadas" por la policía que en la madrugada de ayer persiguió y detuvo a unos conductores y hasta terminaron con un móvil averiado.
Durante la madrugada hubo varios llamados al Comando Radioeléctrico de la Policía donde advirtieron sobre la realización de picadas en zona del alto neuquino.
En varias ocasiones móviles de la Comisaría Primera recorrieron el área sin poder sorprender a los veloces automovilistas.
Alrededor de las 5 el patrullero 520 realizó una sigilosa maniobra en la zona y al tomar la calle Riavitz logró dar con una camioneta Chevrolet Apache azul y un Ford Falcon que disputaban una picada, según se supo.
Una vez advertida la presencia policial los vehículos aceleraron buscando escapar a la autoridad lo que devino en una alocada persecución por toda esa zona.
Los conductores en fuga fueron alcanzados en justo en la Plaza de las Banderas pero la vertiginosa persecución ocasionó que el móvil 520 impactara de atrás a un Alfa Romeo negro que estacionaba a un lado de la calle que ingresa en la rotonda.
Una vez demorados los conductores de la Apache y el Falcon, ambos jóvenes de 21 años, fueron trasladados a la Comisaría Primera.
Vehículos secuestrados
Los vehículos fueron secuestrados por la Dirección de Tránsito y ayer a las 10.30 fueron recuperados por sus dueños.
El hecho debería conllevar el labrado de una contravención para ambos jóvenes y también una infracción por exceso de velocidad que ninguna autoridad confirmó haber realizado.
Vale recordar que desde marzo pasado y por ley nacional correr picadas está considerado un delito penal y las penas van de seis meses a tres años de prisión e inhabilitación para conducir por el doble de tiempo.
La norma se hizo extensiva a todo aquel que, estando al volante, genere una situación de peligro para la vida o la integridad física de otros por distintas razones: conducir alcoholizado o haber tomado drogas, por no tener los conocimientos o aptitudes físicas o psíquicas necesarios para manejar, porque el auto tiene desperfectos graves o por haber estado participando en pruebas de velocidad o destreza.