NEUQUÉN (AN).- Ayer fue viernes, pero en la ciudad Neuquén se pareció más a un domingo. En las calles del centro, el movimiento de vehículos y peatones fue prácticamente nulo, y la mayoría de los que se acercaron lo hicieron para cambiar algún regalo que no fue de su agrado. Uno de los pocos puntos de la ciudad donde se agolparon los vecinos fue en la terminal de ómnibus y con el sólo objetivo de reservar los pasajes para sus vacaciones.
Espacios para estacionar por doquier, veredas desiertas, comercios con sus cortinas bajas y la total ausencia de congestionamientos y bocinazos, fueron el paisaje inusual que ayer caracterizó al microcentro capitalino. Recién cerca del mediodía un incipiente movimiento de vecinos se plasmó de la mano del cambio de regalos en los comercios que ayer aceptaron hacerlo.
Ni siquiera en la zona bancaria, que ayer operó con normalidad, se dieron congestionamientos y el detalle más saliente de ello fue la ausencia de los lavacoches.
La parálisis de la ciudad se debió en parte a la disposición del asueto en la administración pública municipal, provincial y nacional, a la gran cantidad que desde el lunes viajaron a otros puntos del país para celebrar la Navidad en familia, y también gracias a las elevadas temperaturas que llevaron a la costa del Limay a miles de vecinos.
Mientras ayer uno de los pocos lugares de la ciudad que aglutinó a cientos de vecinos fue la terminal de ómnibus, desde las boleterías de las principales empresas de larga distancia se destacó que "desde el lunes muchísima gente partió de la ciudad, la mayoría con destino a Buenos Aires". La decisión de anticipar las vacaciones para pasar junto a familiares distantes las fiestas de fin de año es una constante en la ciudad, donde buena parte de sus vecinos mantienen sus familias en otros puntos del país.
El pronto inicio de las vacaciones es una fenómeno que también fue destacado por el director provincial de Turismo, Oscar Mansegosa, quien señaló que "ya hay una buena ocupación en las localidades del sur, pero esperamos que el grueso se de a partir del primero de año". Mansegosa explicó que "la gente se está decidiendo a último momento, y por eso no hay una proyección clara de lo que va a pasar pero confiamos que no será una temporada tan mala como algunos pensaban" y agregó que "a pesar de la fuerte campaña de difusión que hicimos para atraer turistas de todo el país también esperamos a los locales".