JUNÍN DE LOS ANDES (ASM)- Poco más de cinco horas de intensa labor les llevó a una treintena de bomberos y brigadistas controlar el incendio desatado en el basural de Junín de los Andes, labor que culminó poco después de las 22 del jueves.
Ayer se mantenían en alerta, ya que el alto poder inflamable de los materiales podía reavivar el fuego.
El siniestro fue declarado a las 17 del día de la Navidad y alcanzó a consumir algo más de 1.000 metros cuadrados de desperdicios, en el vertedero a cielo abierto ubicado a cuatro kilómetros al sur de la ciudad, sobre Ruta 234.
Intervinieron tres dotaciones de Bomberos Voluntarios de Junín de los Andes, con sus autobombas, dos brigadas de combatientes de la dirección provincial de Manejo del Fuego, dependiente del ministerio de Producción, y colaboradores de la Corporación Forestal Neuquina, que tiene su asentamiento en las inmediaciones.
Como se apuntó, el carácter altamente inflamable de los materiales obligó a extremar los cuidados para evitar que el siniestro sobrepasara los límites del basural. Por esa misma razón, ya que los desperdicios pueden seguir ardiendo por debajo de la superficie, las instituciones se mantenían alerta para actuar ante un eventual reavivamiento de las llamas.