CIPOLLETTI (AC).- Como se venía presagiando, la polémica entre la Asociación de Empleados de Comercio de Cipolletti (AEC) y la Cámara de Industria y Comercio (CICC) por el cierre de locales el miércoles a las 14 (y el 31 será a la misma hora) pasó a la vía de los hechos: delegaciones de sindicalistas, en especial en las calles Roca, Yrigoyen y Nueve de Julio, se movilizaron, estuvieron arrojando petardos y protestando a los gritos porque hubo continuidad de apertura hasta más allá de lo que ellos tomaban como "horario tope".

Sin embargo, en las estructuras comerciales más grandes, había satisfacción de los empleados. Por caso, en La Anónima, el local cerró a las 14, de acuerdo previsto. Los operarios de esa cadena patagónica que cuenta con tres sucursales, un gran depósito y oficinas regionales en esta ciudad estaban conformes con el corte temprano, pues incluso hubo un premio extra.

Todo se potenció cuando la Secretaría de Trabajo provincial instó, por resolución, al cierre desde las 14, dos horas antes que en el 2007, medida asumida a pleno por el secretario general de la AEC, Víctor Bravo, su directiva y los delegados. Bravo dijo que se trata de un derecho ganado por los trabajadores que se debe respetar .

Sin embargo ayer Miguel Abadovsky, presidente de la CICC, acusó a los sindicalistas. Dijo que se parecen a los de "antes", que el 24 "impidieron por la fuerza" el ingreso de clientes a locales que atendían sus propietarios y también descargó críticas contra la Policía y el municipio. "Estaban avisados de lo que iba a hacer esta gente y no hicieron nada. Se ha ido en contra de la Constitución y de las leyes vigentes", sentenció. Y tuvo que soportar además un "escrache" en su domicilio.

El subsecretario de Trabajo de la provincia, Ismail Betancur, retrucó a Abadovsky y a otros voceros empresariales indicando que "es inconcebible que aún haya quienes vayan a contramano de legítimos logros conseguidos por los empleados de comercio y los trabajadores en general". Para el 24, la cámara sólo notificó a la Policía y al municipio, aunque se supo que para el 31 venidero, vísperas de Año Nuevo, se haría una presentación judicial para que la Policía actúe evitando "presiones".